Presenta disco homónimo el próximo 29 de julio en el Teatro de la Ciudad
Las que me sé, nuevo espectáculo de cabaret de Jeanette Macari
En este trabajo invito al escenario a José Alfredo Jiménez, Silvio Rodríguez y Kurt Weill, dice
Ampliar la imagen Dibujo en carboncillo de la artista, quien dice no congeniar en el escenario con el albur
Desde hace 20 años Jeanette Macari ha presentado espectáculos de cabaret en "foros alternativos", pero con el titulado Las que me sé comenzó, hace tres años, a buscar otros espacios, aunque sin dejar los primeros.
Se trata de "añadir", dice en entrevista. "Por eso he trabajado en festivales culturales y ahora estaré -el 29 de julio- en el Teatro de la Ciudad, donde presentaré mi disco Las que me sé, que contiene temas de Kurt Weill y Cole Porter. Además, invito a Silvio Rodríguez al cabaret y termino con música francesa".
Macari añadió que el material del cedé es "nostálgico y diverso. Logré encapsular todo en un espectáculo de cabaret. No es ópera, aunque en esta disciplina me formé. En todo caso es un homenaje a la música viva, al espectáculo de carne y hueso, con una variedad de influencias maduradas en un concepto.
"Este espectáculo está regido por un concepto: convive algo de Kurt Weill con José Alfredo Jiménez o Silvio Rodríguez. Es una propuesta fuerte desde el punto de vista dramático y actoral, con una parte de comedia."
El histrionismo, precisó, va desde lo marcial hasta lo cándido y lo lánguido, y culmina en un delirio. "Pero sobre todo es un espectáculo para entretener, a la vieja usanza de la revista musical mexicana. La gente que vaya a ver Las que me sé debe ir dispuesta a sentir, pero si no, yo los invito. Ese es mi trabajo".
-¿Hombres o mujeres?
-Antes tenía un público gay. Después de muchos años cambió. A las mujeres también les gusta. No enfoco mi espectáculo a un género; nunca lo he hecho. La parte en la que improviso hablo mucho, con ironía, de asuntos actuales, pero no me dirijo a un público específico. Más bien la gente es la que me sorprende.
"En los tres años que llevo presentando Las que me sé me he topado con cosas muy variadas. En el festival de Morelos de 2004 la mayor parte de los asistentes era de entre 17 y 25 años, y se volcaron. No era para los 30 a 50 años, como pensaba.
"Este es un espectáculo que puede sorprender a cualquiera. Es nostálgico, pero no rancio. Quizá tenga lo que se llama vanguardia: esa suma de elementos que generan algo demasiado vivo. No es la reconstrucción de una época, para nada."
-Algunos espectáculos de cabaret pierden lo fino...
-Admiro a los buenos comediantes que pueden ser muy agudos sin usar una mala palabra. Nunca he dicho un albur, jamás. Para mí la gracia es otra cosa: es la risa que generan las cosas terribles que nos pasan. Además, el comediante debe trabajar entre el delirio y la agudeza, para no hablar de inteligencia, que sería algo muy presuntuoso.
"No es que no diga albures porque son buenos o malos, pero a mí eso no me divierte. Ni el albur ni el doble sentido. Me gusta más otro arte de la comedia. Lo que sí es un albur es si ese día tendrán chispa (ingenio). Hasta ahora la gente no ha dejado de ir. A veces hay improvisaciones, unas mejores que otras.
"Trato de mantener un alto nivel. El lugar más difícil en este caso ha sido León. En Guadalajara el público es difícil, pero fue a ver el espectáculo. En Hermosillo la gente estaba muerta de la risa. En Saltillo y en el Zócalo capitalino me entendieron. Esa es la gracia de adaptarse."
Animales educados
En el currículum de Macari destaca la presentación del 1º de noviembre de 2005 en el Zócalo defeño. "Era una noche en la que no estaba segura de qué iba a pasar. Afortunadamente, desde el principio me conecté con la gente y ésta entró al repertorio.
"Ahora puedo experimentar, cantar más temas y la gente cree en ellas, porque están hechas con la víscera, con rigor. La clave está en mezclar la víscera con la disciplina. Es como ser un animal educado."
En su presentación en el Teatro de la Ciudad no cantará todas las canciones del disco Las que me sé. "Interpretaré Mi hombre, por ejemplo. El disco está bien... después de tantos años."
Sobre la experiencia de trabajar en los festivales culturales, expuso: "es una alternativa. Estoy intentando entrar a otro circuito. El público que va a ver a los hermanos Castro o a Los Mascabrothers -tal vez no me conoce-, pero sé que estando ahí mi espectáculo sí funciona. No he tomado esos espacios. Los festivales son muy cómodos, son puntos clave. La gente de cada región acude porque está metida en el festival, sin prejuicios.
"En la ciudad de México me gustaría tener espacios más abiertos, donde el ambiente no se sintiera tan cultural, pero no hablo de popularizar.
"El Lunario es un buen espacio, pero hay que alternar los circuitos. La televisión es importante; sin embargo, es difícil el acceso ahí. Nos invitan poco. En la radio es mayor la exposición. Lo que ocurre es que yo tengo un entrenamiento fuerte, tanto vocal como corporal. Sin esto no funciono", aceptó.
Para Macari la vida está cargada de erotismo. "Para mí es muy importante el café. Yo muelo mi café. Lo huelo. El vino es sustancial. Disfruto la música, caminar, ver las flores... No pienso en dar algo, sino toda mi energía, que incluye erotismo, dolor, tristeza, frustración, ganas de vivir. Lo que no soporto es dejar de sentir."
Jeanette Macari se presentará en concierto en el Teatro de la Ciudad el 29 de julio, fecha en la que presentará su disco Las que me sé. Boletos en Ticketmaster (5325-9000). Entradas: 270, 180, 100 y 70 pesos.