Tel Aviv repite los mismos errores de 1982
Los actuales ataques de Israel contra objetivos en Líbano recuerdan los sucesos de 1982, cuando los israelíes expulsaron del país a Yasser Arafat y a la Organización para la Liberación de Palestina (OLP).
El 6 de junio de 1982, tropas de Israel atravesaron la frontera con Líbano en el contexto de la operación Paz para Galilea. El motivo aducido para la acción militar fue una represalia por el atentado contra el embajador israelí en Londres y para ocupar una franja de 40 kilómetros en la frontera, y así evitar ataques terroristas contra Israel.
Las tropas sirias estacionadas en Líbano no consiguieron detener a las fuerzas invasoras y los soldados israelíes llegaron hasta la capital, Beirut, tras pasar por Sidón y Tiro.
En Beirut quedaron cercados muchos civiles junto con francotiradores y soldados sirios. Los fuertes bombardeos en la capital y otras ciudades causaron miles de muertos entre la población civil. Israel obstaculizó las acciones de asistencia de las organizaciones de ayuda internacionales.
El jefe de la OLP y miles de sus combatientes tuvieron que abandonar el país en agosto. Arafat viajó en barco a Túnez, donde permaneció en el exilio durante años.
El triunfo israelí parecía completo, pero poco después la victoria militar de sus soldados se manchó por un grave incidente. Bajo la mirada pasiva de las tropas de ocupación, las milicias cristianas libanesas perpetraron una matanza en los campos de refugiados palestinos de Sabra y Shatila. Ariel Sharon, entonces ministro de Defensa, debió renunciar en febrero de 1983.
Tras la mediación del gobierno de Estados Unidos, Israel y Líbano firmaron un acuerdo. El 17 de mayo de 1983, el Estado israelí comenzó a retirar sus tropas, pero fue hasta la primavera (boreal) de 1985 que las últimas fuerzas de Tel Aviv abandonaron el país... por el momento.
Dpa