En el laboratorio de innovación se reproducen anatomía y patologías humanas
Médicos del Gea González cuentan ya con un simulador para realizar prácticas
El costo del equipo fue de $500 mil y puede capacitar anualmente a 800 personas
Ampliar la imagen
Con base en investigaciones, expertos en los temas hidráulicos afirman que el país carece de una visión a largo plazo en la administración del agua
Foto: José Carlo González
El hospital general doctor Manuel Gea González inauguró un Laboratorio de Innovación e Investigación en Educación Medica (LIIEM) dotado de simuladores que imitan la anatomía y las patologías humanas con el objetivo de que el estudiante pueda realizar prácticas médicas y evitar que su inexperiencia provoque complicaciones en la salud de los pacientes.
Este laboratorio, perteneciente a la Secretaria de Salud, tuvo un costo de medio millón de pesos y desde enero se han capacitado en él 400 alumnos.
En su inauguración, el doctor Javier Rodríguez Suárez, jefe de la división de enseñanza, dijo que el hospital "ha elaborado un concepto de laboratorio que permite innovar en educación médica e investigar en cuestiones de enseñanzas, con el propósito fundamental de entrenar perfectamente a los nuevos médicos que se están formando".
El laboratorio cuenta con simuladores electrónicos, plásticos y de tejido biológico. Estos últimos, diseñados en nuestro país, están dotados con órganos inertes de animales y fabrican múltiples patologías humanas. En él se puede simular el sangrado.
Con este tipo de simuladores se puede ejercitar la destreza médica en prácticas de operaciones de hígado, extirpaciones de tumores, cirugías ortopédicas o, entre otras, trasplantes de órganos.
Rodríguez Suárez dijo que este laboratorio, además de incrementar la seguridad del paciente, reduce costos en las arcas de las instituciones de salud. "Con una complicación severa, de un paciente que tenga quimioterapia intensiva por un periodo de 15 días, se paga el costo de este laboratorio."
El doctor Eduardo Ramírez Solís, jefe de la división de cirugía experimental, añadió: "un simulador endoscópico virtual producido en Alemania vale 70 mil dólares. Los cursos con animales vivos que se necesitan para practicar la medicina tienen un costo similar".
Por otro lado, Ramírez dijo que la Ley de Salud no contempla los niveles de entrenamiento de un estudiante de medicina y, por lo tanto, este tipo de simuladores representan un avance en materia ética.
Los cursos del LIIEM están diseñados para internos de pregrado, residentes de primer año, enfermeras y técnicos.
También se impartirán talleres para pacientes y familiares, para que, una vez el enfermo abandone el cuidado médico, pueda continuar en su casa las rutinas de curación como cambio de vendajes, aplicación de insulina, cuidado de heridas o aplicación de una inyección intramuscular.
El laboratorio tiene la capacidad de entrenar a 800 personas al año e incluye entre sus cometidos a mediano plazo, incorporar la telemedicina para que el médico pueda asesorar a sus pacientes a larga distancia.