Encabeza Alejandro Encinas actos con motivo de su 134 aniversario luctuoso
Juárez cobra vigencia en el actual contexto político
Ampliar la imagen
Alejandro Encinas, jefe de Gobierno del Distrito Federal, montó guardia de honor en el sepulcro donde yacen los restos de Benito Juárez y después firmó el libro de visitantes distinguidos, donde escribió: "En el 134 aniversario de la muerte del más universal de los mexicanos, don Benito Juárez García, la ciudad de México le rinde un reconocimiento y homenaje"
Foto: La Jornada
En el 134 aniversario luctuoso del presidente Benito Juárez, su legado cobró vigencia en el contexto político actual, y en el discurso de los funcionarios que presidieron ayer las ceremonias conmemorativas en esta ciudad.
En "la hora de la patria, de la defensa de la República, de las instituciones democráticas por las que han luchado tantos mexicanos, vuelve a convocar hoy, con toda su fuerza, la memoria de Benito Juárez", señaló la secretaria de Cultura, Raquel Sosa, en la ceremonia que encabezó el jefe de Gobierno, Alejandro Encinas, junto a la llama votiva en honor del Benemérito de las Américas, a un costado del acceso al panteón de San Fernando donde descansan sus restos.
Allí, bajo la techumbre del mausoleo que sostienen 16 columnas dóricas y la escultura de mármol blanco que representa a la patria sosteniendo el cuerpo inerte de Juárez -recinto que alberga también los restos de su esposa, Margarita Maza-, montaron guardia sus descendientes Carmen Sánchez de Moreno Juárez, Juan Ignacio Moreno Sánchez Juárez, Andrés y Antonio Sánchez Juárez Torres, Isabel Orvañanos Busch, Eduardo Meanley Mendiolea y Carlos y Adela Obregón Formoso. Asimismo, funcionarios del Gobierno del DF e invitados especiales, como embajadores de diversos países en México.
Mientras, los asistentes leían textos del prócer, como Apuntes para mis hijos, donde escribió "El 21 de marzo de 1806 nací en el pueblo de San Pablo Guelatao de la jurisdicción de Santo Tomás Ixtlán, en el estado de Oaxaca. Tuve la desgracia de no haber conocido a mis padres, Marcelino Juárez y Brígida García, indios de la raza primitiva del país, porque apenas tenía yo tres años cuando murieron, habiendo quedado con mis hermanas María Josefa y Rosa, al cuidado de nuestros abuelos paternos, Pedro Juárez y Justa López, indios también de la nación zapoteca".
Héroe ético
El historiador Vicente Quitarte expuso que Juárez, por su entrega, su fe y su constancia, pertenece a la categoría de héroes éticos; por la realidad de sus acciones, siempre será superior a la leyenda. Es "un joven clásico de nuestro siglo", y forma parte de los "seres valientes, sacrificados, que al creernos vencidos nos enseñan a resistir un momento más, nos ayudan a ser honestos, nos dan fuerza, nos hacen nobles y nos permiten morir finalmente con orgullo".
En Gustavo A. Madero, la jefa delegacional, Patricia Ruiz, afirmó que la ciudadanía no debe permitir que se pierdan los avances logrados bajo principios juaristas.
"Hoy debemos seguir luchando por un gobierno democrático y el respeto a la decisión ciudadana. Quienes creemos en este ideal estamos dispuesto a defenderlo", expuso.
En Coyoacán, el delegado Miguel Bortolini citó una sentencia de Benito Juárez: "México vive. Un pueblo no sucumbe al capricho del poderoso", y señaló la importancia de la defensa civil para "ahuyentar a toda esa parvada de aves neoliberales que ayer, como hoy, atacan las ideas de Juárez y a quienes lo emulan o representan, mediante el adormecimiento televisivo y mediático".
En la delegación Venustiano Carranza, durante la ceremonia frente a un busto de Juárez ubicado en el parque Chiapas, la jefa delegacional, Rocío Barrera, resaltó que como presidente de la República, el Benemérito de las Américas "sentó las bases del México moderno, al convertir en un derecho la libertad de conciencia, y libró una batalla desigual para recuperar la independencia, en un marco de ambiciones internacionales".