Fin de la agresión israelí, demanda Palestina a la ONU
Ciudad de Gaza, 18 de julio. Unas 50 palestinas vestidas de negro y armadas marcharon por las calles de Gaza para protestar contra los ataques diarios del ejército israelí en la franja de Gaza, escalada a la que Israel debe poner fin, aseguró el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmoud Abbas, durante una reunión con una delegación de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
Las mujeres exigen la unidad de la resistencia palestina para luchar contra las incursiones, y que el soldado israelí Gilad Shalit, capturado el 25 de junio por tres grupos armados, entre ellos los Comités de Resistencia Popular -convocante de la marcha-, sea intercambiado por presos árabes que están en cárceles de Israel.
Abbas, que recibió a una delegación de la ONU encabezada por Vijay Nambiar, consejero para los asuntos políticos del secretario general Kofi Annan, insistió en la necesidad de una tregua y de encontrar los medios de "poner fin a la escalada israelí" iniciada tras el plagio del soldado israelí, y que hasta ahora ha costado la vida de 87 palestinos.
Nambiar dijo que el informe de la delegación de la ONU sobre Líbano incluirá también el caso de la franja de Gaza, donde la población vive una situación muy difícil desde hace meses tras el bloqueo económico impuesto tras la llegada de Hamas al poder en Palestina.
Pero el convoy de la ONU vivió directamente la violencia al caer muy cerca de éste varias granadas disparadas por el ejército israelí, cuando se dirigía hacia la frontera con Israel.
El primer ministro de la ANP, Ismail Haniyeh, líder de Hamas, también pidió a la comunidad internacional su intervención para poner fin al operativo israelí y lograr una solución global para la región.
Por lo pronto, el paso de Rafah, en el sur de la franja de Gaza, fue abierto temporalmente y más de 5 mil palestinos que estaban bloqueados en Egipto pudieron entrar a territorio de Palestina.
Por su parte, las Brigadas Al Qods, brazo armado de Jihad Islámica, lanzaron un cohete Katiusha a la localidad israelí de Sderot, para "mostrar nuestra oposición a las agresiones contra Gaza y Líbano". Las Brigadas Ezzedin Al Qassa, brazo armado de Hamas, reivindicaron el lanzamiento de un cohete a Sderot.
La violencia interna también se reanudó, y un guardia resultó herido por el estallido de una bomba en la casa de Nabil Tammus, oficial de los servicios de seguridad preventiva en Gaza, quien no se encontraba en el lugar. Las autoridades culpan del ataque a Hamas, que también secuestró a tres guardaespaldas.