Nuevos ataques israelíes dejan 61 muertos; el total de decesos se acerca a 300

Más de medio millón de libaneses desplazados por la violencia: Unicef

Primer ministro de Líbano "implora" a la comunidad internacional intervenga para frenar la ofensiva israelí

Temen crisis humanitaria

Ehud Olmert descarta una tregua con Hezbollah

AFP Y DPA

Jerusalen, 18 de julio. La situación en Líbano es "catastrófica" y más de medio millón de personas, una sexta parte de la población, fue obligada a desplazarse en la última semana, denunció hoy el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), mientras el primer ministro de Líbano, Fuad Siniora, "imploró" a la comunidad internacional que intervenga para un alto a los ataques israelíes, que la jornada de hoy dejaron 61 muertos.

La continuación de los bombardeos hace temer una crisis humanitaria, ya que medio millón de libaneses, según cifras del Unicef, han huido de sus casas, sobre todo en el sur, y se han refugiado en escuelas, jardines o hangares. Allí esperan ayuda internacional que no llega, ya que el país se encuentra aislado por aire, mar y tierra.

"La situación es alarmante y catastrófica. Hay ya unas 500 mil personas desplazadas", precisó el organismo, lo que supone que casi una sexta parte de la población de Líbano tuvo que desplazarse por los ataques, ya que el país cuenta con unos 3.5 millones de habitantes.

Según fuentes militares, 11 soldados libaneses fallecieron este martes cuando la fuerza aérea israelí atacó una base del ejército libanés situada en Al Yamhur, 10 kilómetros al suroeste de Beirut. Otros 40 soldados resultaron heridos.

Además, junto a la frontera con Israel varias personas rescataron de entre los escombros los cadáveres de seis civiles. Una mujer, sus dos hijas y una empleada del hogar procedente de Sri Lanka fallecieron tras un ataque israelí contra la ciudad costera de Tiro.

También perecieron dos jordanos durante el ataque israelí contra la principal carretera entre Líbano y Siria. A través de esta vía huyen de Líbano miles de desplazados. Hasta ahora, los ataques israelíes han destrozado más de 30 puentes y provocado el cierre de 42 carreteras y del aeropuerto internacional Rafiq Hariri de Beirut.

Cinco civiles fallecieron y 43 resultaron heridos, siete de ellos en una iglesia, en ataques aéreos y tiros de artillería en varios pueblos fronterizos de Líbano sur y del valle de la Bekaa.

Los cuerpos de nueve civiles fueron sacados de los escombros de una casa de dos plantas donde vivían dos matrimonios con sus nueve hijos. La casa fue destruida antes del amanecer por la aviación israelí en la localidad fronteriza de Aitarun. Tres niños y un adulto resultaron heridos en esta incursión.

Del lado israelí, la cancillería informó que al menos 24 personas fallecieron y 300 resultaron heridas desde que comenzó la ofensiva luego que el miércoles de la semana pasada Hezbollah cruzó la línea azul de la Organización de Naciones Unidas (ONU), en el sur de Líbano, para matar a tres soldados israelíes, capturar a otros dos, y exigir la liberación de presos libaneses en cárceles de Israel.

Desde Jerusalén, portavoces militares anunciaron que destruyeron cuatro camiones procedentes de Siria que transportaban armas y municiones destinadas a Hezbollah, en la región de la Bekaa, al noreste de Líbano. Las fuerzas armadas israelíes atacaron en total 52 blancos, informó el Ministerio del Exterior israelí, en su página de Inernet.

El viceprimer ministro israelí, Shimon Peres, declaró a la cadena británica Sky News que Hezbollah disparó mil 500 misiles y cohetes contra Israel desde el comienzo de la crisis, la semana pasada. "Debemos detener los disparos de misiles por encima de nuestras cabezas, de nuestros pueblos y de nuestras ciudades", agregó.

Por su parte, el primer ministro israelí, Ehud Olmert, al descartar una tregua, dijo que "Israel continuará su batalla contra Hezbollah y seguirá atacando blancos de esta organización hasta que los militares secuestrados regresen y la seguridad de nuestros ciudadanos esté garantizada, tras recibir a una delegación de la Organización de Naciones Unidas (ONU).

Olmert subrayó a los enviados del secretario general de la ONU, Kofi Annan, que Israel exige la total aplicación de los principios establecidos por los miembros del Grupo de los Ocho (Estados Unidos, Canadá, Gran Bretaña, Francia, Italia, Alemania y Japón más Rusia) durante su reunión en San Petersburgo el pasado fin de semana. "Estos principios son la liberación de los militares secuestrados, la plena aplicación de la resolución 1559 (del Consejo de Seguridad de la ONU), el despliegue del ejército libanés en la frontera con Israel y el desarme de Hezbollah", según un comunicado.

La delegación de la ONU, encabezada por Vijay Nambiar, representante del secretario general Kofi Annan, Terje Rod-Larsen y Alvaro de Soto, se reunió anteriormente con la canciller israelí, Tzipi Livni, quien subrayó también las exigencias de su país para poner fin a la ofensiva en Líbano, que dejó ya un saldo de 288 personas muertas y forzó el éxodo de varias decenas de miles desde la semana pasada.

El primer ministro libanés, Fuad Siniora, acusó a Israel de "perpetrar matanzas contra civiles libaneses" e imploró la ayuda internacional. "La intensificación de la agresión israelí desea que Líbano retroceda 50 años", sostuvo, y recalcó que las "últimas agresiones tuvieron por blanco fábricas de productos alimenticios, estaciones de servicio, carreteras, viviendas de civiles e instalaiones del ejército".

Por lo pronto, el desalojo de extranjeros de Líbano se aceleró con la salida del país de miles de personas de nacionalidad española, francesa, alemana, rusa y estadunidense, principalmente.