Debe el gobierno federal asumir acciones contundentes contra el narco, considera

La incursión en Cunduacán y el asesinato de marino en Acapulco, "desafío abierto": experto

JESUS ARANDA

El reciente asesinato de un oficial de la Armada de México dedicado a labores de inteligencia en el puerto de Acapulco y la incursión armada de sicarios que atacaron la prisión de Cunduacán, en Tabasco, constituyen un "abierto desafío" del crimen organizado a las instituciones del país, particularmente las fuerzas armadas, con las cuales hasta hace poco tiempo los delincuentes "no se metían".

Sostuvo lo anterior el especialista en temas de seguridad nacional José Luis Piñeyro, quien añadió que ante la falta de capacidad de respuesta del gobierno federal a la problemática de violencia que vive el país es urgente que el presidente Vicente Fox reconozca la gravedad del asunto y convoque al gabinete de seguridad nacional para enfrentar la situación de manera integral.

Entrevistado en relación con el impacto que tiene el secuestro y homicidio del teniente de corbeta Marcelino Marcelo García Nava, Piñeyro, quien además de ser catedrático de la Universidad Autónoma Metropolitana ha sido conferencista en el Centro de Estudios Superiores Navales (Cesnav) y el Colegio de Defensa Nacional, comentó que por lo que respecta al estado de Guerrero "hay un mensaje muy claro, que es que los narcotraficantes no están dispuestos a dejar que se metan con ellos", y en este contexto la muerte del oficial de la Marina es un "reto abierto" preocupante, porque se da de una forma prepotente que no tiene antecedentes.

Dijo que pese a la creciente violencia ocurrida en el puerto de Acapulco, la respuesta del gobierno federal en apoyo de las autoridades locales ha sido insuficientes y se ha limitado a un incremento en el número de efectivos, patrullaje militar y sobrevuelos -el día que el marino fue secuestrado en su domicilio- por parte de elementos de la Armada. Pero esas son acciones insuficientes, sostuvo.

La situación amerita acciones contundentes del Estado mexicano, que sensibilicen a la opinión pública sobre la gravedad de los hechos, pero también demanda que se reúna el gabinete de seguridad nacional para adoptar acciones de coordinación entre los tres niveles de gobierno, así como de apoyo entre autoridades civiles y militares, y un elemento "que ha sido el gran ausente en el combate al crimen: involucrar a la ciudadanía en el combate al delito, generando mecanismos de alerta y prevención en los que el ciudadano participe activamente de forma colectiva".

La marcha a la que convocó el alcalde de Acapulco, Félix Salgado Macedonio, tiene un efecto "muy restringido", como también lo tienen la denuncia ciudadana de presuntos delincuentes y el pago de recompensas. Piñeyro explicó que esas acciones son de carácter individual, cuando se necesita involucrar a la sociedad a que participe de manera colectiva con las autoridades.

Respecto a la actuación del Ejército y la Armada en el patrullaje en Acapulco, Piñeyro dijo que las fuerzas armadas deben centrarse en labores de inteligencia para detectar a los culpables de la violencia, además de apoyar misiones de patrullaje, prevención y reacción.

Por lo que toca al ataque de sicarios relacionados con los Zetas, indicó que ante el uso de armas de alto poder como bazucas y granadas, todo hace pensar que el Ejército y la Armada son las únicas instituciones con capacidad de fuego y elementos capaces de enfrentar tales agresiones, aunque insistió en que deben poner especial énfasis en labores de inteligencia.

Es preocupante, concluyó, la forma en que la Presidencia de la República ha ignorado la creciente ola de violencia, con el argumento de que son hechos "aislados". "Aislados, pero cada vez más comunes en diferentes partes del país", subrayó.