Culpa la policía a militantes islamitas que luchan por la independencia de Cachemira

Atentados a la red ferroviaria india dejan al menos 174 muertos

Los ataques con bomba en hora pico en siete estaciones de Mumbai provocan unos 464 heridos

En estado de alerta máxima, todos los servicios de seguridad ante el temor de nuevos atentados

AFP, DPA Y REUTERS

Mumbai, 11 de julio. Al menos 174 personas murieron y 464 resultaron heridas durante siete explosiones ocurridas este martes en un lapso de 10 minutos en la hora pico en la red ferroviaria de Mumbai, antes Bombay, capital económica de India, anunció la policía, que atribuyó los ataques a militantes islamitas hostiles a la soberanía india en Cachemira.

Seis de las explosiones se produjeron en las estaciones suburbanas o en los trenes que estaban en ellas en Matunga, Khar, Mahim, Jogeshwari, Borivali y Bhayendar. La séptima se produjo en el Metro del barrio Khar.

Según la policía local, las siete explosiones fueron provocadas por cargas explosivas; la primera detonación se produjo a las 18:24 en un tren de Khar.

El primer ministro indio, Manmohan Singh, prometió "vencer los planes diabólicos de los terroristas", e hizo un llamado a la calma a la población de Mubai -que cuenta con casi 18 millones de habitantes-, así como a la de Srinagar, principal ciudad de la Cachemira india.

Esta última metrópoli ha sido escenario desde 1989 de una insurrección de separatistas islamitas, donde también hubo ataques con granadas este martes.

"Los expertos en explosivos fueron llamados (a los lugares de los hechos) y determinarán qué tipo de explosivos fueron utilizados", informó el prefecto de la policía de Mumbai, A.N. Roy.

"Evidentemente hay un grupo terrorista detrás de estas explosiones, porque un ser humano normal no podría haber hecho esto", añadió el funcionario.

"Intentamos mantener la situación bajo control", indicó Roy. "La prioridad es mantener el orden público para asegurar que el tráfico funcione y que la gente vuelva a su casa".

En imágenes de televisión se podía ver a pasajeros bañados en sangre, ayudados por otros viajantes mientras esperaban las ambulancias cerca de la estación Mahim. Otros intentaban llamar a sus familiares por teléfono móvil, para tranquilizarlos.

"La gente empezó a saltar del tren en marcha cuando la bomba explotó y las llamas y el humo invadieron el vagón", dijo un pasajero herido en la estación de Mahim. Los bomberos trabajaban en los escombros del tren afectado por una explosión en la estación de Matunga.

Los servicios indios de seguridad fueron colocados en estado de alerta máxima este martes por la noche luego de los atentados. "Estamos tomando todas las medidas posibles", declaró el ministro del Interior, Shivraj Patil.

El servicio ferroviario que cubre el oeste de la ciudad fue interrumpido. Fuerzas paramilitares suplementarias fueron desplegadas en los aeropuertos de todo el país y algunos comandos se posicionaron en los aeropuertos de Mubai, Nueva Delhi, Bangalore (sur) y Calcuta (este).

"Se ha prohibido la entrada de visitantes en los aeropuertos y los registros de equipaje se han multiplicado", indicó un portavoz de la Aviación Civil. Según testigos, las explosiones ocurrieron en los vagones de primera clase.

La ciudad de Mumbai, capital económica de India, ya fue objeto en el pasado de atentados sectarios con bomba.

En 1993, una serie de explosiones mató a unas 250 personas e hirió a más de mil. El 7 de marzo de este año, un triple atentado mató a 21 personas en Benares (norte), la más importante de las ciudades santas del hinduismo.

Sin embargo, los atentados de hoy ocurren un año y cuatro días después de los atentados en el sistema del Metro de Londres, ocurridos el 7 de julio, con saldo de 52 muertos, por lo que comentaristas de televisión empezaron a referirse a los ataques como el 11-7, en alusión también a los ataques antiestadunidenses del 11 de septiembre de 2001.

Condena mundial

La secretaria de Estado estadunidense, Condoleezza Rice, se comprometió este martes a apoyar a India en la "guerra contra el terror" y condenó los "horrorosos" ataques con bombas cometidos en Mubai y Cachemira.

La policía de Nueva York , por su parte, anunció que reforzó la seguridad en la red de trenes subterráneos, como medida de precaución luego de los atentados ocurridos en India.

El presidente francés, Jacques Chirac, afirmó haber recibido con "emoción e indignación" la noticia, y expresó la "solidaridad de Francia", que "condena estos actos (...) con la mayor firmeza".

El presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, expresó a su homólogo indio, Manmohan Singh, su "profundo dolor", y le transmitió "la solidaridad y el afecto del pueblo español" tras los atentados, que "nos recuerdan las trágicas escenas que se vieron en Madrid el 11 de marzo de 2004".

A estas muestras de solidaridad se unieron por separado los gobiernos de Italia, Alemania, Sudáfrica y Rusia, entre otros.

Pakistán -archienemigo de India- lamentó que "este despreciable acto de terrorismo" haya provocado "la pérdida de una gran número de vidas".

En Cachemira administrado por India, musulmanes luchan desde 1989 por la independencia o la anexión a Pakistán.

Hoy, siete turistas indios fallecieron y otros 34 civiles resultaron heridos en seis ataques con granadas perpetrados en Sringar, capital del territorio en conflicto.

Todos los ataques fueron en un lapso de tres horas; las granadas fueron arrojadas contra autobuses turísticos. Hasta el cierre de esta edición, ningún grupo se había adjudicado las explosiones.

Desde que comenzó la temporada turística, en abril pasado, se han realizado ocho ataques contra turistas en la parte india de Cachemira. Muchas zonas de este territorio dependen del turismo y la ola de ataques ha afectado gravemente su economía.