Usted está aquí: jueves 6 de julio de 2006 Gastronomía En El Convite fabricamos estados de ánimo, afirma Celina Aguilar

Cocina con influencias del exterior, en la que predomina el sabor mexicano

En El Convite fabricamos estados de ánimo, afirma Celina Aguilar

Ubicado en la colonia Portales Sur, es un sitio para apreciar comida, bebida y música

TANIA MOLINA RAMIREZ

Ampliar la imagen Celina y Alberto Aguilar, dos de los dueños de ese sui generis lugar Foto: Guillermo Sologuren

Nació para enfrentar la crisis de 1995. La idea era mantenerlo durante un año y después cada quien seguiría su profesión. Pero, a más de una década, la fonda y café El Convite no sólo sigue vivo: florece.

El Convite es un lugar sui generis en la Portales Sur. En la calle de Ajusco, un discreto local con unas 18 mesas, algunas sobre la banqueta, guarda sorpresas en su interior.

Para empezar, la comida: hay dos menús: el del día, a 55 pesos, con opción de dos tipos de sopa, arroz o espaguetti, dos opciones de plato fuerte (un ejemplo reciente: pollo al horno con salsa chipotle o hígado encebollado con plátano macho), y el gourmet, con un surtido de platos fuertes más elaborados, por ejemplo: rissotto de huitlacoche con queso cabra (95 pesos) o pato con salsa de mango y naranja o camarones con salsa de guayaba.

Además, se puede elegir de la carta: cortes de carne, salmón, langosta, sopa de mejillones, chorizo y chistorra, y ensaladas.

"Es cocina mexicana con influencias del exterior", resume el chef Alberto Aguilar. "Nunca destaca un sabor externo, sino el que conocemos (huitlacoche, maíz, epazote, chipotle, chocolate)."

El lugar no sólo se distingue por los alimentos y las bebidas. Los hermanos Aguilar Cortés, Celina (estudió literatura dramática y fue directora de teatro), Alberto (diseñador gráfico) y Edgardo (estudió artes visuales), junto con su madre, Laura, la orgullosa matrona del establecimiento, querían algo más que un simple y llano lugar para ir a comer. Los otros dos hermanos, Carlos, arquitecto, y Miguel Angel, contador público, también participan.

Edgardo ganó un concurso, y con el dinero del premio montaron La Tertulia. Dos años después, por cuestiones de derechos de autor, cambiaron el nombre a El Convite.

Platillos de cuento

En una época tuvieron platillos con nombres que remitían a cuentos, como el guisado de piedra. Si algún cliente preguntaba de dónde venía el nombre, se daban el tiempo de contar el ancestral cuento -del que existen variantes- sobre un extranjero (soldado en tiempos de posguerra, en la versión contada por Laura) que llega a un pueblo con una hermosa piedra redonda y sugiere hacer un potaje a partir de ella. A los curiosos les va diciendo: 'claro, quedaría más rica si incorporáramos unas zanahorias'; más tarde: 'qué tal unos huesos de res', y así, hasta hacer una deliciosa sopa de todo.

Los febreros son eróticos. Un poco en broma, un poco en serio, "desde el diseño de los platillos hasta los ingredientes" están relacionados con Eros, cuenta Celina. Los platillos incluyen un poema, a veces en el fondo del plato. En febrero pasado pusieron en el techo un cuento de amor escrito y montado por María Esther Cortés, hermana de la patrona.

También realizan un ciclo de cine anual, en septiembre, con cintas relacionadas con la comida.

Especialidades de temporada

En marzo y abril, la especialidad es paella y mariscos. Este viernes se inicia la temporada de chiles en nogada. En noviembre, el local se vuelve una gran ofrenda de Muertos. Durante una época, un grupo de teatro montó obras cortas (la más larga era de ocho minutos).

La idea era vivir lo que hacían "como un juego, como una obra de teatro", más que como una chamba seria, cuenta Celina.

Desde 1997 han realizado foros políticos en los periodos de campaña electoral. En esa ocasión invitaron, entre otros, a candidatos a jefes delegacionales. Al candidato priísta, cuentan, le fue mal. No llegó nadie a escucharlo. En cambio, la perredista tuvo numerosa concurrencia.

Desde hace un año tienen viernes de jazz (les apasiona la música e inclusive han estudiado algún instrumento). Ya habían logrado tener muy buen cartel, con gente como Iraida Noriega, Minuit Guibolles y el Trío de Agustín Bernal en junio pasado, pero hace escasos días les llegó aviso de que un vecino había levantado una queja contra el establecimiento. Por ahora suspendieron la programación. Al parecer, el argumento era el volumen (finalizaban los sábados a la una de la madrugada). Pero los García Cortés creen que de fondo está la tensa relación con algunos vecinos.

No es la primera vez: hace unos seis años, a raíz de una queja, les hicieron una auditoría y, por omitir en una nota "México DF", clausuraron el lugar tres días.

A pesar de ser portalenses, algunos vecinos los miran como los extranjeros, los extraños, los ajenos a los usos y costumbres del barrio. Las personas de la zona que comen en El Convite son, por ejemplo, escritores y periodistas. Los comensales han sido, sobre todo, de otros lados, por ejemplo de Estudios Churubusco.

"Nos dimos cuenta de que fabricamos estados de ánimo, como lo haces con una obra de teatro, con una pintura, con un video", relata Celina.

Alberto resume el espíritu de El Convite: "Apreciar la cocina, la buena bebida, junto con la música, con lo que hay alrededor". Apreciar que sentirse bien tiene que ver con la compañía y el qué ambiente.

El Convite. Ajusco 79 bis, Portales Sur. Tel: 5601-2260. Lunes a sábado, de 9:30 a 18 horas. www.elconvite.com.mx.

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.