Fue declarado culpable en mayo pasado; pudo ser sentenciado a 165 años de cárcel
Fallece Kenneth Lay, convicto de fraude y conspiración en caso Enron
El ex directivo llevó a la empresa a ser la compañía de energía más grande del mundo
Ampliar la imagen El fundador y ex presidente de Enron, Kenneth Lay, responsable de la peor crisis energética de California Foto: Ap
Houston, 5 de julio. El fundador y ex presidente ejecutivo de Enron, Kenneth Lay, quien hace seis semanas fue hallado culpable de fraude y conspiración por el colapso de la compañía de energía, murió de un ataque al corazón este miércoles en su casa de descanso de Colorado.
Sobre Lay, que tenía 64 años al morir, pendía la amenaza de pasar el resto de sus días en la cárcel por su responsabilidad en la quiebra de la compañía.
"Ken Lay fue trasladado al hospital de Aspen Valley, donde se produjo su muerte", según un comunicado en el que se que precisa que una "autopsia está en curso", y sus resultados se conocerán esta semana.
Varias cadenas de televisión indicaron que Lay había muerto a causa de una crisis cardiaca en su casa en Aspen. Esta información también fue suministrada por el diario local Houston Chronicle.
Kenneth Lay fue encontrado culpable el 25 de mayo por sus responsabilidades en la quiebra del grupo en 2001. La pena que le hubiera correspondido iba a ser pronunciada el 23 de octubre y corría el riesgo de ser condenado a 165 años de cárcel.
Junto a Jeffrey Skilling, otro ex dirigente de Enron, también juzgado, fue condenado por la quiebra de Enron, convertida en símbolo de la corrupción y de los excesos en el mundo empresarial estadunidense.
Hijo de un modesto pastor de Tyrone, Missouri, Kenneth Lay, se había codeado con los más grandes antes de encarnar la faz más negra del capitalismo estadunidense.
Tras establecerse en Texas en 1981 para trabajar en el sector petrolero, tuvo la iniciativa en 1986 de fusionar la Houston Natural Gas, en la que llevaba dos años como presidente, y la InterNorth, un grupo situado en Omaha, Nebraska, operación que daría a luz a Enron.
Capaz de abordajes agresivos, pautados por su inegable creatividad, Kenneth Lay llevó a Enron a convertirse en el agente de negocios de energía más grande del mundo. Partidario de la desregulación, Lay aprovechó las políticas de liberalización llevadas adelante por los presidentes Ronald Reagan y George Bush.
En poco tiempo se convirtió en el personaje más influyente de Houston, ciudad de la que quiso ser alcalde algunos meses antes de que estallara el escándalo de Enron.
Amigo de la familia Bush, apoyó las campañas a gobernador de Texas y más tarde a presidente de Estados Unidos de George W. Bush, quien lo llamaba Kenny boy" antes de distanciarse de él tras la quiebra de Enron.