Ni Madrazo ni el tricolor "pueden ser fiel de la balanza en los resultados", asegura
Sauri: el PRI no tiene legitimidad propia, menos para avalar a otros candidatos
El respaldo de Víctor Flores a Calderón no es en nombre del sector obrero: CTM
Ampliar la imagen Joaquín Gamboa Pascoe, dirigente de la CTM, critica que líderes obreros "estén chaquetando y le alcen la mano a otros partidos" Foto: Marco Peláez
Senadores y diputados del PRI consideraron que la cúpula partidista y los gobernadores deben abrir un espacio de reflexión para dilucidar qué motivó su debacle en la elección del domingo pasado, antes de pensar en un relevo que, explicaron, complicaría más la crisis interna del tricolor.
Entre los diputados se definió la postura de que para evitar una guerra interna debe elegirse por consenso, sin precipitaciones ni "expresiones estalinianas de purga", a personajes "incluyentes, experimentados y con calidad moral" para relevar a Mariano Palacios Alcocer.
Para la ex presidenta y senadora priísta Dulce María Sauri Riancho "el PRI está en su crisis más grave; lo que se vive es más profundo que hace seis años, porque entonces si bien perdimos la Presidencia, ganamos la mayoría en el Congreso".
Evaluó que el resultado del domingo se explica, en parte, por una "fruta envenenada": construir, como lo hizo Roberto Madrazo, su candidatura desde su cargo de presidente del partido.
Ante los "puentes" que el candidato presidencial comenzó a tender con el PAN y el PRD, Sauri Riancho consideró que ni Madrazo ni el partido "pueden ser fiel de la balanza en los resultados. Sería ahondar más la crisis interna del PRI. Madrazo terminó su función".
Además, expuso, el partido no tiene legitimidad para mantenerse a sí mismo, menos aún legitimidad social para avalar a otros candidatos, y enfrenta sus propios problemas como para buscar una relación o componenda. "Nadie puede alzarle la mano para darle legitimidad al próximo presidente, más que los votos. No quiero imaginarme que piensen en comprar un seguro de vida", expresó.
También evaluó que Palacios Alcocer debe quedarse en la directiva hasta que el partido esté listo para enfrentar el cambio, y recordó que afortunadamente hace seis años se evitó el golpe que el ex presidente Ernesto Zedillo quiso darle al PRI para imponer a Labastida. Y de ese modo, dijo, cuando el tema dejó de ser la directiva, el partido organizó su reforma.
En San Lázaro, mientras José Luis Flores consideró que Manuel Angel Núñez, Enrique Jackson, Beatriz Paredes y Emilio Chuayffet podrían resultar una alternativa para rescatar al PRI de la debacle, Enrique Burgos dijo que más allá de los nombres, se requiere de un personaje que garantice la unidad del partido, pues éste se encuentra en el filo de la "sobrevivencia".
Sin embargo, Jackson ayer no contuvo una amplia sonrisa cuando se le preguntó si quería sustituir a Palacios: "sería un orgullo. Me anima mucho, pero no estoy en eso, no soy un político ansioso ni me precipito. Hay una directiva electa".
Según el diputado José Luis Flores, primero debe empezarse por "rescatar a los priístas que fueron saliéndose de uno a uno, aunque quedan descartados de inicio quienes se afiliaron a otros partidos".
Burgos, por su lado, sentenció: "la unidad del partido no es un asunto retórico ni discursivo; la unidad se llama sobrevivencia".
Su compañero de bancada, Heliodoro Díaz, consideró que la reforma del tricolor no pasa "por descabezamientos", y cuestionó el hecho de que los gobernadores pretendan "tener de rehén al partido".
Por su parte, luego de la debacle, la Confederación de Trabajadores de México (CTM) afirmó que no dejará de pertenecer al PRI, porque "la derrota es huérfana", y ante ella algunos optan por abandonar el barco, otros por tratar de ocultar el fracaso y, los más, por echarle la culpa a los de enfrente".
La CTM pugnará por el resurgimiento y restructuración del tricolor en todos los órdenes, afirmó el dirigente obrero Joaquín Gamboa Pascoe, quien sostuvo que si bien "la "pérdida electoral fue muy fuerte" y tendrá consecuencias colaterales, que se deben revisar, analizar y ajustar, "el PRI no ha muerto".
Molesto, descalificó el pronunciamiento que hizo ayer el presidente del Congreso del Trabajo (CT), Víctor Flores Morales, quien aceptó el "triunfo" de Felipe Calderón. Ante ello, Gamboa Pascoe planteó que Flores "sólo puede hablar por él mismo y no en nombre del sector obrero", y cuestionó que ese tipo de líderes "estén chaqueteando y ahora le quieran alzar la mano a otros partidos como el PAN".
Por su parte, los gobernadores priístas de Chihuahua, Nuevo León y Veracruz, José Reyes Baeza Terrazas, Natividad González Parás y Fidel Herrera Beltrán, respectivamente, marcaron su distancia del candidato presidencial panista Felipe Calderón Hinojosa, y ofrecieron "contribuir a la legalidad y al respeto a los resultados electorales".
Además, ante la debacle tricolor en los comicios, Herrera Beltrán coincidió con Elba Esther Gordillo y consideró necesario reconstituir al PRI, que a su ver "tocó fondo".
El gobernador de Chihuahua negó que la reunión de mandatarios estatales del PRI, convocada por su Comité Ejecutivo Nacional, constituyera un respaldo tácito al supuesto triunfo de Calderón, y aseguró que su administración sólo se pronunciará al respecto una vez que se conozca el resultado final de las votaciones. "El único acuerdo que tuvimos lo gobernadores fue el de reconocer los resultados adversos para el candidato priísta", precisó José Reyes Baeza.
González Parás, uno de los opositores a la postulación de Roberto Madrazo y coordinador de los gobernadores priístas que se han acercado a Calderón, para definir su relación con el autoproclamado ganador, aseguró que con esos contactos pretenden contribuir "a que se dé una transición armónica".
De su lado, el veracruzano Herrera Beltrán recomendó a su partido aprovechar que "ya tocó fondo" y apuntalarse "como una fuerza de oposición responsable y colaboradora".
Mientras, en Toluca, estado de México, el dirigente nacional del PVEM, Jorge Emilio González, afirmó que no obstante los malos resultados que obtuvo la Alianza por México (PRI-PVEM) en la pasada elección federal, la unión entre ambas fuerzas se mantendrá en el próximo Congreso federal, pues presentaron una plataforma común.
"Somos gente de palabra, gente leal, no somos chaqueteros; nosotros traemos un proyecto nacional con la Alianza por México, con una plataforma de gobierno, y los senadores y diputados deben trabajar de la mano con base en ese programa", indicó.
Con información de Miroslava Breach, Alfredo Valadez, David Carrizales, Andrés T. Morales, Israel Dávila y Saúl Maldonado