Debemos mostrar máxima eficiencia y cero errores o volveremos antes a casa, señaló el técnico

Revancha entre Brasil y Francia sólo si fuera otra final, afirmó Carlos Alberto Parreira

Será un gran momento del futbol; lo pasado, eso es, comentó el estratega Domenech

AGENCIAS

Francfort, 30 de junio. El Waldstadion de Francfort mañana será escenario de un duelo plagado de historia y de estrellas, cuando el Brasil del gordo Ronaldo y Francia del viejo Zidane se enfrenten por el pase a las semifinales del Mundial 2006.

Aunque todos los protagonistas la descartan, la palabra revancha parece ser ineludible para definir un partido entre las dos selecciones que se cruzaron en la final de la Copa del Mundo de Francia 98, cuando los anfitriones, bajo el mando de Zizou, derrotaron 3-0 a los brasileños, encabezados por el Fenómeno.

"Solamente podríamos hablar de una venganza en otra final de la justa mundialista. No se puede pensar en ella en los cuartos de final. 1998 ya pasó, quedó atrás. Francia mereció ganar, venció y se acabó", dijo el técnico Carlos Alberto Parreira, quien repitió el discurso de sus propios jugadores.

Con él coincidió su colega francés, Raymond Domenech, quien define el partido como "un gran momento del futbol", y remata: "el pasado es pasado".

Parreira inclusive desestimó que alguno de los jugadores brasileños en algún momento hayan hablado en tales términos.

"Nunca escuché eso en el equipo. Por lo menos en público nadie ha mencionado que considera el partido del sábado una revancha. Por lo que conozco, nadie toca el asunto en el plantel", insistió.

Con relación a Ronaldo, quien en la final de 1998 vivió un drama -sufrió una convulsión pocas horas antes del partido-, Parreira aseguró que "no hablé con él sobre aquel partido, ni lo haré. El jugador está confiado y feliz, no tiene ningún trauma en relación con eso, estoy seguro".

Pese a que Brasil ganó sólo uno de los tres duelos mundialistas contra los franceses, los sudamericanos se refieren a sus adversarios con palabras de amistad y admiración, más que de rivalidad.

"No podemos equivocarnos. Francia es una mezcla de juventud y mucha experiencia de Zidane, de Barthez, que tienen la ventaja de estar acostumbrados a jugar partidos de la Copa del Mundo", afirmó Roberto Carlos.

Ronaldinho, a su vez, espera lucir ante Francia el futbol brillante que todavía no logró exhibir en el Mundial, pero reconoce que los brasileños se encuentran delante de un difícil obstáculo en su campaña hacia el hexacampeonato.

"Ojalá yo pueda marcar. Mi principal objetivo es dar los pases para los goles, pero una anotación en un momento importante sería bienvenido", señaló el astro, cuya reciente anotación con la camiseta amarilla fue hace un año, en la victoria 4-1 sobre Argentina, en la final de la Copa Confederaciones.

Según Parreira, para derrotar a Francia la verdeamarelha tendrá que demostrar mañana en la cancha "máxima eficiencia y error cero", y necesitará mejorar mucho su desempeño de los primeros encuentros en Alemania. "Si no damos un salto, volveremos antes a casa".

Y mientras Parreira descartó un marcaje especial a Zidane -"ni siquiera contra Maradona hemos jugado así"-, los mediocampistas Kaká y Emerson anunciaron que se sienten bien para el partido.

El técnico Domenech, a su vez, dio muestras de que utilizará ante Brasil la misma alineación que se impuso 3-1 a España en octavos de final, con Zidane -quien hoy volvió a entrenar- como cerebro y Thierry Henry de ariete.

"Tendremos que jugar aún mejor para tener alguna oportunidad, pero creo que podemos hacerlo porque el equipo puede adaptarse a los rivales y elevar el nivel de juego", indicó Domenech.

El mediocampista francés Patrick Vieira confesó: "Cuando se es jugador de futbol, el primer sueño es disputar un Mundial y el siguiente es encontrarse allí con Brasil".