Reclamos de espectadores al director de la cinta, el alemán Wilfried Huismann
Genera descontento la "visión parcial" de Cita con la muerte
El documental implica al servicio cubano de inteligencia en el asesinato de John F. Kennedy
Ampliar la imagen Lee Harvey Oswald, al momento su asesinato, el 24 de noviembre de 1963, afuera de la oficina municipal de Dallas, Texas. El incidente fue visto por millones de personas en televisión. El responsable del crimen fue identificado como Jack Ruby Foto: Tomada de The Hulton Getty Picture Collection
La Comisión Warren, encargada de investigar el asesinato del ex presidente de Estados Unidos John F. Kennedy en 1963, concluyó que Lee Harvey Oswald había actuado solo.
No obstante, en estos años han surgido nuevas teorías sobre el magnicidio, como la presentada anoche por el documentalista alemán Wilfried Huismann, titulda Cita con la muerte, en la cual se afirma que un agente del servicio secreto cubano G-2 pagó a Oswald para efectuar el asesinato, teoría que no fue bien recibida en la sala Julio Bracho de la UNAM.
En el documental, Huismann presenta entrevistas con supuestos ex agentes del servicio secreto cubano, muestra archivos, documentos y grabaciones de la Secretaría de Relaciones Culturales de la embajada de Cuba en México, en las que se expone el beneplácito de los participantes por la muerte del presidente estadunidense, quien ordenó la invasión de Playa Girón.
Las entrevistas importantes fueron realizadas a Rolando Cubela, quien a decir del investigador pertenecía al grupo de altos mandos del G-2 y era agente de la CIA (Cubela habría contactado a Oswald para matar Kennedy). También recoge las declaraciones de Fabián Escalante, ex director del G-2, quien niega haber llegado a Dallas, Texas, por México.
Otro protagonista del documental es Oscar Marino, también "ex agente del servicio secreto cubano", quien presuntamente confirma que Oswald fue contratado por un agente del G-2, aunque se sabe que el propio ejecutor era un disidente que odiaba a su país "y el único disponible" para realizar esta empresa.
Pareciera que Cita con la muerte podría "cambiar la historia de la guerra fría" -como se asegura en el documental-, pero no fue así: las reacciones del público presente la noche del miércoles mostraron lo contrario.
Alguno de los presentes acusó al realizador de crear una "coartada, de promover un anticomunismo rancio", ya que en México existía "un respeto ideológico a la Revolución Cubana". El documental "cojea de muchos lados", dijo, pero sin desacreditar el trabajo que está detrás de la película, la cual se proyectará hoy en Cinépolis Diana.
En un minidebate posterior a la función (el director tenía que retirarse a una "cena muy importante"), se le comentó a Huismann sobre la versión de que la CIA estaba detrás de su trabajo. Sólo respondió que necesitó más de tres años para su realización y poco más de 850 mil euros, aportados por tres televisoras europeas y una japonesa.
En meses pasados el cineasta dijo en este diario que esperaba que Cuba recurriera a la "ofensa" contra contra su trabajo.
"Viajé a ese país para entrevistar a quien durante años fue el jefe de seguridad del Estado, el general Fabián Escalante, para confrontarlo con las evidencias que habíamos encontrado. No se trataba de un acto de propaganda contra Cuba; mi trabajo ha sido un esfuerzo serio por encontrar la verdad histórica. Por eso preguntamos a ambos lados, pero Escalante no fue capaz de darnos respuestas convincentes."
Fue esta serie de secuencias de la cinta, que presenta un lado cubano "sin respuestas", la que generó la molestia de la audiencia. Un cubano reclamó "por qué el talento se pone en favor de un sola visión". El demandante generó el aplauso y el director quedó cabizbajo. Luego se escucharon gritos de un sector de estudiantes: "Viva Cuba libre".
A decir del propio realizador, los productores de la cinta fueron los primeros en tener acceso a una parte del expediente de Oswald que se encuentra en el Archivo General de la Nación y sigue bajo control de los servicios secretos de México.
"Sin el permiso de ellos no se da nada, pero a nosotros nos dieron algo. No nos permitieron filmar ni estudiar las fotografías de agentes cubanos -con los que supuestamente se había entrevistado Oswald-, que yo personalmente vi en ese expediente. Nos dijeron que la protección de datos personales se respeta mucho en México, lo cual prevalece sobre el derecho de la opinión pública internacional a la información."
Huismann se refiere en este punto a que la Dirección Federal de Seguridad (DFS) tenía conocimiento de los grupos de agentes que se operaban en México.
En la entrevista con La Jornada cuando presentó su trabajo en Alemania se refirió al interrogatorio de la persona que atendió a Oswald en la embajada cubana. "Vimos el protocolo del interrogatorio que dirigió Fernando Gutiérrez Barrios (director de la DFS). Le preguntó cuáles eran los nombres de los agentes cubanos que fueron a México con el objetivo de preparar el complot que asesinó al presidente Kennedy. Eso para mí es un indicio de que también la policía secreta en México sabía algo."
Cita con la muerte se presenta en Cinépolis Diana del 30 de junio al 6 de julio. En la función de hoy, a las 18:50 horas, participará Huismann.