Usted está aquí: viernes 30 de junio de 2006 Política Prevé magistrado federal ordenar la aprehensión de Luis Echeverría

En el dictamen plantea detenerlo por la desaparición de Héctor Jaramillo

Prevé magistrado federal ordenar la aprehensión de Luis Echeverría

En breve, el juez José Angel Mattar Oliva firmará la sentencia definitiva del caso

GUSTAVO CASTILLO Y ALFREDO MENDEZ

Ampliar la imagen El ex presidente Luis Echeverría Alvarez, al salir de la comparecencia ante la Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado, en julio de 2002 Foto: José Núñez

En lo que se constituiría como una resolución inédita del Poder Judicial Federal, debido a que sería la primera vez que se girara una orden de aprehensión contra un ex presidente de la República, un magistrado federal prevé librar una orden de captura contra Luis Echeverría Alvarez (presidente de 1970 a 1976), acusado de genocidio y privación ilegal de la libertad.

El dictamen del juzgador, de acuerdo con fuentes oficiales, propone que se arreste al ex mandatario sólo por la desaparición de Héctor Jaramillo, estudiante del Instituto Politécnico Nacional (IPN).

En las próximas horas, el magistrado José Angel Mattar Oliva, titular del segundo tribunal unitario de la ciudad de México, firmará la sentencia definitiva del caso, que también implica los hechos relativos a la matanza del 2 de octubre de 1968.

Aunque el proyecto de resolución plantea ordenar la aprehensión del ex presidente por el delito de privación ilegal de la libertad, también considera que Echeverría Alvarez tiene derecho a la prisión preventiva en su domicilio, lo que implicaría que deberá comparecer ante el juez Ranulfo Castillo Mendoza, titular del juzgado 15 de distrito, para que éste le notifique los beneficios a que tiene derecho, como es enfrentar su eventual proceso desde su casa.

Al cierre de esta edición, el proyecto de sentencia continuaba en estudio y, según las fuentes consultadas, aún no se puede descartar que el magistrado modifique los términos de su dictamen.

El titular de la Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado, (Femospp), Ignacio Carrillo Prieto, está citado al medidodía de hoy para que conozca la sentencia que emita el segundo tribunal unitario.

El magistrado Mattar Oliva considera en su proyecto que la Femospp no aportó elementos suficientes para acreditar la comisión del delito de genocidio con motivo de la matanza del 2 de octubre de 1968, con el argumento de que los hechos podrían haber implicado homicidios calificados, lesiones y abuso de autoridad, delitos que por su naturaleza ya habrían prescrito.

La acusación de la Femospp que prosperaría contra Luis Echeverría, de acuerdo con el proyecto de dictamen, se refiere a la desaparición de Héctor Jaramillo.

Según el pliego de consignación, el único caso de desaparición forzada como consecuencia directa de la represión estudiantil de 1968 es el del estudiante politécnico.

En su momento, integrantes del Comité Nacional de Huelga (CNH) declararon a la Femospp que Héctor Jaramillo era uno de los más destacados activistas que representaron, durante el movimiento estudiantil, a la Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica (ESIME) del IPN.

De acuerdo con las investigaciones, después de varios días de tortura y un encuentro, en enero de 1969, con el entonces titular de la Secretaría de la Defensa Nacional Marcelino García Barragán (ya fallecido), Jaramillo nunca salió del Campo Militar Número Uno.

La denuncia acerca de esta desaparición no la formularon los familiares del afectado, sino varios de sus compañeros del CNH, entre ellos Félix Hernández Gamundi y César Tirado.

En sus denuncias de hechos, ambos señalan que en enero de 1969, después de que activistas del movimiento de 1968 fueron torturados durante varios días, Jaramillo y otros estudiantes, entre ellos el propio Tirado y otra persona identificada como El Chapo Valenzuela Cárdenas, fueron puestos a disposición del general García Barragán.

Supuestamente habrían sido llevados ante el titular de la Sedena el 13 de enero de 1969. En declaraciones rendidas ante el Ministerio Público Federal se menciona que El Chapo Valenzuela Cárdenas fue el primero en ser detenido por militares, y bajo tortura lo hicieron declarar que Tirado tenía intenciones de matar al entonces secretario de la Defensa Nacional.

Héctor Jaramillo vivía entonces en el mismo departamento que El Chapo Valenzuela, por lo que estudiantes de la ESIME le habrían pedido a César Tirado que escondiera en su departamento a Jaramillo, porque lo buscaban los militares.

Presuntamente Tirado accedió a esa petición. Sin embargo, mediante torturas El Chapo Valenzuela supuestamente vinculó a Tirado con un presunto intento de atentado contra García Barragán, por lo que militares capturaron a Jaramillo y a Tirado en la casa de este último.

Encapuchados, los detenidos fueron trasladados por soldados vestidos de civil al Campo Militar número Uno, donde durante cinco días fueron sometidos a interrogatorios bajo tortura.

El 23 de enero de 1969 se realizó el encuentro entre los detenidos y los generales. Supuestamente García Barragán ordenó la liberación de los tres, y dijo: "¡Suéltenlos, están muy flacos pa'tenerles miedo!"

Presumiblemente, al término del encuentro cada uno fue escoltado hasta su respectiva celda y, justo cuando se llevaban a Jaramillo y a Tirado, el primero se topó de frente con un militar que vestía de civil, un pelirrojo a quien le dijo algo así como: "Yo a ti te conozco. ¿Te acuerdas de mí? Eres de San Luis Río Colorado, igual que yo". El militar se sorprendió y sólo agachó la cabeza.

La noche del 23 de enero de 1969 los tres fueron sacados del Campo Militar número Uno y tirados en distintas zonas de la ciudad de México. Al día siguiente, César Tirado y El Chapo Valenzuela se rencontraron, pero nunca más localizaron a su compañero de la ESIME.

 
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