El compositor Enrico Chapela habla de Antagónica
Inusitada reunión de futbol, rock, música clásica y danzón en un disco
Lero-lero. Mentada de madre. Culeeeero. ¿Compraría el lector un disco inspirado en expresiones vernáculas como las citadas al principio? Tal disco existe y no es una versión musicalizada del clásico Picardía mexicana, de Armando Jiménez. Se trata de un álbum de música contemporánea de concierto con obras del compositor Enrico Chapela.
Antagónica se titula el disco en el que, al calor de un partido de futbol entre México y Brasil, Chapela reúne tanto al conductor de televisión Adal Ramones como a Silvestre Revueltas, Carlos Chávez, a Berlioz, al rock y el danzón. De esa insólita reunión nacen temas como La mengambrea, Lo nato es neta, Melate binario e Inguesu.
¿Broma? ¿Irreverencia? ¿Búsqueda? ¿Disparate? ¿Vacilada? ¿Ocurrencia?
Dice Enrico Chapela que cuando terminó la carrrera de composición en el Centro de Investigación y Estudios Musicales, se preguntaba cuál sería su lenguaje como compositor: ''Analicé la música que más me gusta en busca de los elementos comunes. Y de pronto vi que mis gustos podían ser muy antagónicos, que al mismo tiempo me gustaba el heavy metal -Metallica, Sepultura-, el reggae de Bob Marley, Silvio Rodríguez, Beethoven.
Chapela buscó entonces un lenguaje musical enfocado en esos contrastes. Complementariamente quiso demostrar que los valores estéticos de una obra no están en función de la solemnidad de los temas elegidos ni de los títulos: ''Acudí a temas populares y completamente irreverentes como la mentada de madre, el lero-lero o el culeeeero, para hacer caricatura de mi propia solemnidad, porque como compositor me puedo poner muy serio, muy técnico y muy aburrido''.
Ardid para llamar la atención
-¿Los títulos son sólo una manera de llamar la atención de un público más amplio sobre su música, o de qué manera se relacionan con el resultado musical?
-Si yo hubiera puesto títulos como Poema sinfónico No. 1 en do mayor, a lo mejor no estaríamos teniendo esta conversación. Entonces, sí, los temas son un ardid para llamar la atención, porque la diferencia entre disfrutar y no disfrutar la música, evidencia la atención que uno le presta. A partir de eso me pregunté, ¿qué hago para que la gente se siente a escuchar y dé el beneficio de la duda a mi pieza? Todos los temas del disco tratan de despertar la curiosidad del público.
Por otro lado, ''también he buscado relacionar la temática de las piezas con la composición misma. Por ejemplo, Inguesu, que es un poema sinfónico basado en la final de la Copa Confederaciones de 1999, entre México y Brasil.
''Me gusta mucho la música nacionalista de Carlos Chávez y de Silvestre Revueltas, entonces quise hacer una pieza de ese tipo, pero que no fuera basada en los temas indígenas que en su momento ellos usaron, porque para ser franco no es la realidad que yo vivo. Respeto mucho nuestra herencia cultural indígena, pero en la vida cotidiana no tengo ninguna relación con ella.
''Pensé: de dónde tomo temas que sean auténticamente contemporáneos, de mi vocabulario cotidiano y a la vez nacionalistas. Pensé en el futbol. A mí me da más gusto ver ganar a la selección que cantar el Himno Nacional. Por eso recurrí a la máxima gloria de la selección, que es haber ganado la Copa Confederaciones de 1999."
De ahí nació Inguesu. El título es el apócope de una mentada de madre: ''¡Chingue a su madre!" Inguesu: ''Es una palabra que se la oí decir a Adal Ramones, no tengo empacho en reconocerlo, y que yo uso en mi vida cotidiana".
Formalmente hablando se trata de una pieza programática, basada en un esquema que sigue el desarrollo de ese partido entre México y Brasil: ''A México le asigné las maderas, a Brasil los metales; el técnico mexicano es el arpa, el brasileño es el piano; las cuerdas son el público. Cuando sale una tarjeta amarilla para un brasileño se oye una mentada de madre o cuando hay un penalti contra México el público canta culeeero. Cuando atacan los mexicanos hay un obstinato rítmico basado en el son jarocho, y cuando lo hacen los brasileños también es un obstinato rítmico pero basado en la samba".
-¿No sacrificó la estética en favor del tema?
-Al contrario. Parte de lo que quiero probar es que la estética no depende de la importancia, la autorización o la relevancia de los temas que uno elija, sino del tratamiento que el compositor le da. De mi parte, en Antagónica la búsqueda estética está plenamente satisfecha. Suena como yo quería.