La compositora Georgina Derbez dice que es un instrumento todavía por explorar

Primer concierto de acordeón en el ámbito del arte sonoro en México

ANGEL VARGAS

Histórico será el concierto que la acor-deonista alemana Eva Zöllner ofrecerá hoy en El Colegio Nacional. No sólo porque el programa, coordinado por Mario Lavista, está integrado por el estreno mundial de tres obras de sendos autores mexicanos. También porque, hasta donde se tiene noticia, se trata del primero de acordeón en el ámbito de la música clásica en el país.

Las partituras de estreno fueron escritas por Sergio Luque, Jorge Torres-Sáenz y Georgina Derbez.

Esta última acepta en entrevista que el acordeón es un instrumento aún por descubrir en México en el campo de la música de concierto. En el caso específico de la creación musical brinda inmensas posibilidades y recursos técnicos, estéticos y estilísticos por explorar y explotar.

''Para nosotros resulta todavía un instrumento extraño; se le conoce y usa sólo en su vertiente popular. Ofrece particularidades increíbles para un compositor, sin embargo es muy raro que aquí alguien lo aproveche", sostiene la creadora.

''Tiene casi el mismo rango de registro de un piano, pero sus posibilidades son muy particulares y únicas; de alguna forma está muy cercano a la voz. Esa relación con el aire que requiere para su funcionamiento lo convierte en un instrumento muy orgánico."

Entre el piano y los alientos

Symphonya es el título de la mencionada pieza de Derbez. La escribió ex profeso para la intérprete alemana, a partir de situaciones personales que ambas vivieron después de haberse conocido hace tres años en Francia, durante un curso.

''Es una obra abstracta, pero considero que bastante expresiva, sobre todo porque está hecha para Eva. Es música a la medida, porque contiene elementos anecdóticos de cómo nos conocimos, de sus gustos musicales y de lo que le queda bien a ella como acordeonista", explica.

''La pieza está basada en una mezcla de elementos de un concierto de un compositor contemporáneo japonés muy importante, Toshio Hosokawa, que ella tocaba cuando la conocí, y de una obra de una autora alemana Hildeggard von Bingen, que a Eva le gusta mucho.

''Esa fue la plastilina con la que trabajé y obtuve un material muy singular. Hay mucho una idea vocal, porque el acordeón es una especie de instrumento entre el piano y los alientos, una especie de coro también. Entonces fue meterme en esa especie de puente que es la música vocal y a partir de allí hacer algo contemporáneo."

El título de la pieza, Symphonya, fue retomado por Derbez de una colección de obras escritas por Von Biggen.

No quiere decir que se trate de una sinfonía en los términos que actualmente la conocemos -aclara la compositora-, sino que su significado está relacionado con la circunstancia de que ''suena junto".

El concierto de Zöllner es a las 19 horas en Donceles 104, Centro Histórico. Entrada libre.