Eriksson confía en que pueda anotar
Frank Lampard admitió que tiene la pólvora mojada
Baden-Baden, 27 de junio. Mientras Frank Lampard, volante de Inglaterra, admitió estar con la pólvora mojada y espera poder secarla para este sábado, cuando su equipo se enfrentará a Portugal, en Gelsenkirchen en cuartos de final, el ex jugador de la selección británica Terry Butcher afirmó que "ha llegado la hora de la verdad para los ingleses. Lo que han mostrado hasta ahora en el Mundial de Alemania es una catástrofe".
El reportero de la emisora BBC es uno de los pocos que critica abiertamente al equipo británico. "No tiene orden, sistema, ni garra. Así no podemos seguir jugando. De una vez por todas debemos mostrar una verdadera cara", señaló el ex capitan de los Three Lions.
En los cuatro partidos que Inglaterra ha disputado en esta Copa, Butcher ha dicho: "Este ya no es nuestro futbol".
Para el ex jugador, el técnico Sven-Goran Eriksson no ha logrado formar un equipo a partir de esos "fantásticos individualistas". Además no tiene el valor de tomar medidas impopulares para poner orden en ese caos táctico, agregó.
Por su parte, Lampard, volante ofensivo que marcó 23 tantos para el Chelsea de Londres y su selección en la reciente temporada, ha desperdiciado innumerables ocasiones de anotación en los partidos disputados por el cuadro de La Rosa en este Mundial.
Eriksson, sin embargo, declaró no estar preocupado por la sequía goleadora de Lampard.
"El crea muchas jugadas para marcar y esperemos que de cuartos de final en adelante vuelva a convertir", afirmó el timonel, quien con la táctica que usará Lampard y Steven Gerrard deben adelantarse en el terreno y apuntalar al único atacante neto, Wayne Rooney.
La policía de Gelsenkirchen prevé la presencia en la ciudad de unos 80 mil aficionados ingleses para el partido del sábado.
"Tendremos un cierto potencial de problema", dijo el jefe de operaciones policiacas, Peter Honnef, en referencia a los disturbios registrados el fin de semana en Stuttgart a cargo de aficionados ingleses. Según Honnef, más de 100 hooligans tienen prohibido visitar la ciudad.