Usted está aquí: miércoles 28 de junio de 2006 Política El PRI, en la antesala de la Presidencia, confía Madrazo

México no aguanta más "la aventura" de la derecha

El PRI, en la antesala de la Presidencia, confía Madrazo

El priísta cerró campaña en el Monumento a la Revolución

La lluvia obligó a acelerar el discurso en su natal Tabasco

CIRO PEREZ SILVA, PATRICIA MUÑOZ Y ROSA ELVIRA VARGAS

Ampliar la imagen Más de 20 mil militantes y simpatizantes priístas se congregaron en el Monumento a la Revolución en apoyo a Roberto Madrazo Pintado, candidato presidencial de la Alianza por México (PRI-PVEM), durante su cierre de campaña en el Distrito Federal

Roberto Madrazo tuvo que pronunciar en su tierra el discurso más breve de toda su campaña. En apenas ocho minutos dijo a sus paisanos que ganará las elecciones del próximo domingo y que honrará el compromiso democrático de su padre, Carlos Alberto Madrazo, y el de Luis Donaldo Colosio.

Lejos estuvo de su prolongada disertación ante los abogados en la ciudad de México, ante quienes llamó a los mexicanos a actuar con rapidez frente al desatino del gobierno foxista, "porque el país se nos está yendo de las manos"; reconoció el difícil tránsito de su campaña por la deserción de priístas "que sólo son leales cuando tienen un cargo público", o de la arenga frente al Monumento a la Revolución, donde reiteró su seguridad en el triunfo del PRI, "a pesar de lo que dicen las encuestas".

En su tierra, Madrazo confió en que ganará "con el voto leal, el voto de los tabasqueños, el voto firme, el voto de convicciones, el voto de origen, el voto de mi raíz, el voto de mi compromiso. Por eso voy a ser el presidente, con el voto de Tabasco", pero un aguacero lo obligó a cortar su intervención.

"Hemos recorrido el país palmo a palmo y hemos venido levantando la esperanza de la gente, la confianza en la propuesta, el anhelo de mejorar y el deseo de que México esté mejor. Nosotros hicimos la campaña del diálogo, no del choque, la campaña de la propuesta, no de la confrontación; también levantamos el compromiso del reclamo, el compromiso de la exigencia; la gente quiere un gobierno de la República que de verdad funcione, un gobierno que haga las cosas por la gente", alcanzó a decir antes de culminar con una serie de vivas por su estado y por México, para luego retirarse bajo un aguacero que no le dio tregua.

El mitin organizado para el lucimiento de Madrazo empezó a naufragar incluso antes de su arribo a Villahermosa, cuando faltaban 15 minutos para las 18 horas. La plaza de toros de esta ciudad estaba a reventar. Como en los últimos mítines, la mitad de contingentes eran de petroleros y el resto de militantes y simpatizantes de todos los municipios del estado. Mantas de apoyo, música y tambores aguardaban el arribo del candidato presidencial de la Alianza por México, hasta que un intenso aguacero rompió el entusiasmo inicial.

A voz en cuello, los animadores intentaron detener la desbandada. "¡No se muevan! ¡Que el agua no los espante! ¡No somos de azúcar!", pero nada parecía interrumpir los grupos que a empujones se abrían paso hacia los cientos de camiones que los condujeron hasta aquí. Quince minutos después, a la hora prevista para el arribo de Madrazo, la lluvia amainó y los contingentes volvieron a llenar el ruedo y los tendidos. Con ellos regresaron también los tambores, la música y las porras ante la expectativa de un tiempo mejor.

Pero los minutos corrían ante la desesperación de los organizadores; Madrazo seguía sin aparecer y las nubes volvían a cubrir la plaza. A las 18:15 horas un nuevo aguacero -más severo esta vez- volvió a bañar a los priístas, que ya empapados por la primera lluvia aguantaron resignados el segundo chaparrón. Unos extendían paraguas y otros se refugiaban bajo las mantas y pendones en los que estaban escritas frases de apoyo y consignas en favor de su paisano. Otros más se cubrían de los trozos de papel encendido que se desprendían de un globo de gas, que luego de flotar por unos minutos sobre la plaza de toros se precipitó en llamas.

Por la mañana, en la ciudad de México, Madrazo se reunió con abogados, ante quienes habló ampliamente sobre la inseguridad del país y el efecto negativo que esto tiene para atraer inversiones productivas.

Dijo que esta situación obliga a los mexicanos a "actuar rápido, porque el país se nos está yendo de las manos", y reiteró su preocupación porque el gobierno en turno "está poniendo en riesgo la gobernabilidad". Los mexicanos -dijo- "no quieren ver vacía la silla de la Presidencia de la República, la quieren ver ocupada con propuestas, con proyectos, la quieren ver ocupada para tomar decisiones".

Les dijo también que esta campaña ha sido aleccionadora, y por momentos difícil, "por los desertores que no conocen la lealtad más que cuando tienen cargo público", por lo que -afirmó- sus adversarios perdieron de vista "que el PRI es mucho más que un edificio o una dirigencia".

Es "una corriente histórica que está de nuevo en la antesala de la Presidencia de la República, ya que tiene el único proyecto serio para un gobierno con estabilidad, de leyes. Porque hemos visto la enorme confrontación entre una derecha intolerante, retardataria, que tiene estancado el país y la economía, y una izquierda delirante, conflictiva, que no resuelve nada".

Aseveró que un proceso electoral, por importante que sea, no puede dividir a los mexicanos; "nosotros tenemos que lograr el imperio de la ley en la jornada comicial y debemos asegurar que estos resultados electorales nos den lo que esperamos, lo que todos queremos: que podamos tener propuestas concretas".

Más tarde, en el Monumento a la Revolución, insistió en que México "ya no aguanta más; ya ha tenido bastante de un gobierno que no ha sido eficiente ni responsable, que se confronta y perdió el tiempo. Ya fue suficiente de malas noticias".

Ante priístas que llegaron en decenas de autobuses desde el estado de México, Puebla, Hidalgo y Querétaro, Madrazo sostuvo que el país "no puede aguantar más una aventura de la derecha ni una aventura de la izquierda", porque reclama un gobierno sensato y prudente.

En ese escenario festivo, acompañado por la candidata a jefa del gobierno capitalino, Beatriz Paredes; el dirigente nacional del PRI, Mariano Palacios Alcocer; el Niño Verde, Jorge Emilio González; María de los Angeles Moreno y Arturo Escobar, Madrazo confió en que el voto duro del partido le dará el triunfo "más allá de las encuestas".

El mismo ánimo mostraron los mexiquenses cuando se les interrogó respecto a las versiones de que el ex gobernador Arturo Montiel "bloquearía" el voto madracista. "Vamos a ganar el estado de México el próximo domingo; será un resultado de tercios, pero sin duda alguna, la fuerza está con Roberto Madrazo, los candidatos a diputados federales y senadores. Estamos volcados en favor de Roberto Madrazo", respondió Eruviel Avila.

No obstante, en este mitin de cierre de campaña estuvieron ausentes grandes aliados del priísmo, como los dirigentes cetemistas y otras figuras políticas del tricolor. Las mantas hablaban de que los asistentes eran empleados petroleros, de la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado, de la Confederación Nacional de Organizaciones Popular, antorchistas, billeteros o transportistas.

 
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