Maradona vs. Beckenbauer, ahora desde las tribunas
Berlín, 25 de junio. Franz Beckenbauer y Diego Maradona se cruzaron en una cancha dos veces para definir un título mundial, pero esta vez lo harán en las tribunas del estadio Olímpico de Berlín con una sonrisa, cuando Alemania y Argentina luchen por su boleto a semifinales.
El káiser, de 60 años, y el pibe de oro, de 45, son probablemente los mejores jugadores que ha dado la historia del futbol en sus respectivos países, aunque esta vez podrán hacer poco para ayudar a sus selecciones.
En México 1986, Maradona sacó ventaja frente a la Mannschaft, dirigida entonces por Beckenbauer, con una victoria en la final por 3-2, luego de un gol de Jorge Burruchaga con la asistencia del Pelusa.
Sin embargo, cuatro años después, en Italia, la revancha de Beckenbauer hizo llorar a Maradona en el estadio Olímpico de Roma, donde Alemania ganó 1-0 con un tanto de Andreas Brehme de penal, en una de las peores finales de la historia por el pobre juego exhibido y los dos expulsados albicelestes.
Desde entonces la estrella del káiser no dejó de crecer, mientras que Maradona se fue hundiendo en una vida caótica, acosado por problemas fiscales, judiciales y de salud.
Franz dio crédito a su apodo de káiser (emperador), al construir una imagen inquebrantable de semidiós, sobre todo en su Baviera natal. Sus únicos traspiés, si los tiene, fueron dos divorcios, aunque ambos fueron borrados el viernes pasado al casarse por tercera vez, casi en secreto.
Beckenbauer dio prueba de la fuerza que tiene su imagen al ganar hace seis años, casi solo, la sede del Mundial para Alemania, pues todo indicaba que la FIFA se inclinaba por Sudáfrica.
Caminos distintos
Rutas diferentes entre dos leyendas vivientes del futbol que también pensaban distinto.
La imagen del pibe fue perdiendo fuerza y muchas empresas dejaron de contratarlo para ser la cara de su publicidad, al tiempo que el káiser se fue consolidando como la mejor figura para vender cualquier producto.
Poco importa eso a muchos de fanáticos argentinos, porque Maradona "es un sentimiento del futbol nacional: siempre lo fue y lo será", dice el atacante Carlos Tévez, quien creció en un gueto, como su ídolo, y el viernes luchará para que el festejo lo encabece Diego.