Cierres con plazas llenas en Pachuca, Cuernavaca y Acapulco; no irá a Oaxaca

Alerta AMLO sobre riesgo de fraude debido a nerviosismo de Calderón y AN

"Los panistas no toleran perder sus privilegios; no tienen llenadera", expresa en Morelos

ANDREA BECERRIL Y MISAEL HABANA DE LOS SANTOS ENVIADA Y CORRESPONSAL

Cuernavaca, Mor., 25 de junio. Muy cerca ya de las elecciones del 2 de julio, el candidato de la Coalición por el Bien de Todos, Andrés Manuel López Obrador, alertó sobre el riesgo de un fraude electoral, ya que, expresó, el Partido Acción Nacional (PAN) y su candidato, Felipe Calderón, "andan muy nerviosos" y son "capaces de cualquier cosa" para evitar que triunfe un proyecto que les hará perder sus privilegios.

Como ha sido la constante en sus cierres de campaña por toda la República, ayer López Obrador tuvo plazas llenas, miles de simpatizantes que acudieron tanto a la capital morelense como a Pachuca, por la mañana, y Acapulco -donde concentró a casi 50 mil personas-, en la noche, para respaldarlo. En el puerto guerrerense, anunció que en definitiva no asistirá ya a Oaxaca, para no atizar más el conflicto magisterial y, en cambio, llevará a cabo un acto el martes en el Distrito Federal, en el Hemiciclo a Juárez, para reafirmar su compromiso con los ideales del Benemérito de las Américas.

Tentación de cometer fraude

En la plaza de Armas de Cuernavaca, que ayer albergó a cerca de 15 mil hombres y mujeres de todas las edades, el candidato pidió a sus partidarios no confiarse, ya que en el PAN "andan con la tentación de hacernos fraude".

-¡No lo vamos a permitir! -le respondió la multitud.

Sonriente, López Obrador les dijo que además de todos los recursos que han gastado sus adversarios en anuncios de radio y televisión para difamarlo, el uso de los programas sociales, como Oportunidades, para tratar de comprar votos, el panista Calderón hasta utilizó a jugadores de la selección nacional de futbol para promoverse.

-¡Por eso perdieron! ¡Los salaron! -gritaron varios jóvenes que se lograron colar bajo el templete donde López Obrador compartía la tribuna con el candidato al gobierno de Morelos, Fernando Martínez Cué, los aspirantes al Senado y la Cámara de Diputados, así como Porfirio Muñoz Ledo.

La histórica plaza morelense, pintada ayer de amarillo, con cientos de imágenes de López Obrador -en camisetas, pancartas, folletos y hasta en muñecos de plástico que portan la banda presidencial- fue también el escenario donde el candidato criticó el acarreo que llevó a cabo Calderón para su cierre de campaña en el estadio Azteca.

El ex jefe de Gobierno del Distrito Federal pasó frente al llamado Coloso de Santa Ursula, camino a Cuernavaca, y pudo por ello ver los muchos autobuses estacionados sobre la calzada de Tlalpan y calles aledañas, en los cuales se transportó a quienes asistieron al acto de su adversario del PAN.

Por ello durante el mitin, exclamó que para el acto de cierre del blanquiazul hubo "un acarreo en serio, como en la época del PRI" y se preguntó: "¿Donde está el cambio?"

Como un día antes, repitió que ni el Chapulín Colorado (personaje de Televisa) podrá salvar a Calderón de la derrota.

Insistió: "No nos podemos confiar. No hay ninguna diferencia, actúan igual que el PRI y andan muy nerviosos, pero no crean que nosotros los vamos a encarcelar o a inventarles delitos. Yo no odio, soy un hombre feliz. Estoy luchando por una causa justa, pero los panistas no lo toleran, no quieren perder sus privilegios, no tienen llenadera, se quieren seguir tragando el país".

"¡Fuera el PAN!, ¡fuera el PAN!", coreó la audiencia, y desde del templete, López Obrador los arengó con otra consigna: "Lo quiera o no lo quiera, el PAN se va pa' afuera".

Pachuca: el último jalón

Cuando la algarabía concluyó, López Obrador les pidió salir a votar el 2 de julio para impedir el fraude. Antes, en este vertiginoso cierre de campaña, en que visitó tres estados en un solo día, estuvo en Hidalgo, en su capital Pachuca, acompañado por cerca de 20 mil perredistas, petistas y ciudadanos sin partido, a los que pidió también dar un último jalón.

"Hay que desplegarse estos días que faltan para el 2 de julio, hay que hacer campaña, hay que convocar a familiares, vecinos y amigos, a priístas y panistas de base, no son nuestros enemigos, ni siquiera nuestros adversarios, están igual de esperanzados que nosotros en un cambio verdadero."

Entre los jóvenes con playeras y gorras amarillas que se amontonaban en primera fila para escuchar a López Obrador, resaltaba la figura pequeñita de la indígena Natalia Aguado, quien, descalza, seguía atenta el discurso del candidato. Tardó seis horas en viajar de su poblado, Atlapexco, a Pachuca. ¿A qué vino? "A conocerlo", respondió.

Por primera vez el cuestionado candidato al Senado, José Guadarrama Márquez, estuvo en el templete, junto con López Obrador y los demás candidatos a cargos de elección popular, aunque no se le mencionó nunca.

En las tres capitales, el político tabasqueño refrendó su compromiso de encabezar un gobierno austero, del que estén desterrados la corrupción, el nepotismo, el tráfico de influencias y el amiguismo. Sostuvo que si alguno de sus familiares comete un ilícito será sancionado, igual que cualquier otro ciudadano.

Recordó que cuando un yerno de Benito Juárez atropelló a un juez y sus colaboradores le preguntaron qué hacer, el Benemérito, respondió: "Qué esperan para juzgarlo".

Después del mitin de Cuernavaca, la comitiva del candidato presidencial tardó en tomar la autopista para dirigirse a Acapulco, ya que la gente se arremolinaba para saludarlo y lo siguió por varias calles. López Obrador se detuvo a comer en la fonda Cuatro Vientos; cuando estaba a punto de terminar, llegó un grupo de 10 panistas que venían del cierre de campaña de Calderón.

Cuando vieron al perredista comenzaron a gritar "¡Felipe, Felipe, Felipe!" y a pegar en la mesa, pero López Obrador ya iba de salida y el incidente no pasó a mayores.

Decenas de miles en Acapulco

Dos horas después, en otro mitin, en el Malecón de Acapulco, con el calor de cerca de 50 mil simpatizantes -cifra superior a la alcanzada en los más grandes mítines de Zeferino Torreblanca cuando era candidato a gobernador-, que se manifestaron dispuestos a tratar de convencer a amigos y familiares para que voten por la coalición Por el Bien de Todos, anunció que en definitiva no visitará Oaxaca.

"No quiero que se malinterprete mi presencia en la entidad, por las causas que ya se conocen, no voy a asistir a Oaxaca. No vamos a atizar conflictos, vamos por el camino de la concordia, de la paz."

Lo lamentó, pero anunció que este martes encabezará un acto en el Hemiciclo a Juárez, donde leerá un documento, en el que jurará cumplir los principios juaristas.

Tanto en Pachuca como en Cuernavaca y Acapulco, Andrés Manuel López Obrador se alegró de no haber aceptado ningún apoyo ecónómico a su campaña de grupos de poder. "Eso significa que no llegaré atado de pies ni maniatado a la Presidencia de la República."