Coronarse

De la Missa solemnis de Beethoven, que hará sonar la OFUNAM esta noche, a las 20 horas y mañana al mediodía en la Sala de Conciertos Nezahualcóyotl, con cuatro solistas y una masa vocal conformada por tres coros, existen grabaciones estupendas de entre las cuales destaca la que ocupa la columna central del Disquero, donde John Eliot Gardiner dirige a la Orquesta Revolucionaria y Romántica, que utiliza instrumentos originales de época. Y grabaciones históricas como la que dirigió Otto Klemperer, o bien la que dirigió James Levine a manera de réquiem, homenaje póstumo cuando murió Herbert von Karajan, a su vez autor de una de las grabaciones más preciadas de esta obra.

Esta versión de Von Karajan se consigue en un álbum doble a bajo precio, a pesar de tratarse del sello Deutsche Gramophon, que es por lo general caro, pero que la crisis de la industria discográfica ha obligado a editar formatos accesibles en beneficio del público.

En este disco doble se incluye la Misa de Coronación de Mozart, en una coincidencia afortunada porque la intención original de Beethoven al escribir su Missa solemnis era engalanar la coronación como obispo de su alumno y mecenas, el archiduque Rodolfo, pero la genuina ambición estética de Beethoven lo llevó más lejos y no solamente logró capturar la esencia de la verdadera religiosidad, que no consiste en profesar alguna religión, sino en entablar comunicación con la divinidad, desentrañar las bondades del alma, crecer en espíritu, sembrar amor. Trascender.