Veinte años brilló el bailarín argentino en esa compañía
Julio Bocca dijo adiós al American Ballet Theatre, de Nueva York
Nueva York, 23 de junio. Con una ovación tributada de pie durante más de 20 minutos, el público de Nueva York se despidió del bailarín argentino Julio Bocca, tras su última función la noche del jueves con la compañía American Ballet Theatre.
Emocionado, el bailarín cubrió sus hombros con una bandera argentina que el público le arrojó al escenario, y continuó saliendo a saludar ante la insistencia e intensidad de los aplausos.
La velada comenzó con la coreografía Manon, con Bocca y Alessandra Ferri como los protagonistas de esa apasionada historia de amor. Ambos bailarines son dos de los solistas preferidos del público neoyorquino, el cual los ha visto crecer artísticamente sobre el escenario durante las pasadas dos décadas.
A la función asistieron muchos argentinos, entre ellos personajes del mundo del espectáculo, que viajaron especialmente para la despedida de Bocca.
En 1986 tenía 19 años cuando llegó a la urbe de hierro, sin hablar una palabra de inglés, para hacer una prueba ante Mijail Baryshnikov -entonces director de la compañía de ballet más renombrada de Estados Unidos- el joven bailarín no se imaginó que se convertiría en una de las estrellas del cuerpo de ballet.
''No tenía ni idea qué esperar. Primero Mijail me dio una clase, luego me llevó a un estudio más grande para que mostrara mis habilidades. Uno a uno comenzaron a llegar los integrantes de la compañía. Esto me puso muy nervioso, pero al terminar, me invitó a unirme al elenco'', recordó Bocca.
Durante los siguientes 20 años, Bocca realizó numerosas giras y bailó junto a los personajes más famosos del mundo de la danza, como Natalia Makarova, Alicia Alonso y Alessandra Ferri.
Con Ferri, la química sobre el escenario fue instantánea, algo que el público reconoció de inmediato, convirtiendo obras como Romeo y Julieta y Manon en las preferidas del programa del American Ballet Theatre.
Cuando ellos actúan, no queda una sola butaca libre en la Metropolitan Opera House de Nueva York, donde cada verano la compañía presenta su repertorio de obras clásicas.
''Julio simplemente me deja que baile'', comentó a la prensa Ferri. ''El tiene cualidades maravillosas. Cuando estamos en el escenario, no actuamos, sino que somos nosotros mismos. No quiero pensar que éstas son nuestras últimas actuaciones juntos''.
''Crecimos juntos en el escenario. Hace siete u ocho años advertí que me había convertido en un artista'', expresó Bocca.
En 1990, después de haber sido invitado especial en los teatros más famosos del mundo, decidió regresar a su país y crear su compañía, Ballet Argentino, para impulsar a jóvenes bailarines de su patria.
Bocca confesó que decidió dejar el escenario de esta compañía porque ''quiero alquilar un barco y viajar por el mundo tomando champaña. Espero, sin embargo, entrenar a otros bailarines en el American Ballet Theatre.
Una vez finalizado el espectáculo, uno a uno los integrantes de la compañías abrazaron a Bocca y pusieron flores a sus pies. El bailarín, conocido por su personalidad humilde y su timidez, los besó con lágrimas en los ojos.