Encinas inauguró ayer la calle de Dolores remodelada; ya es sólo de uso peatonal

Recobra esplendor el Barrio Chino

El objetivo es consolidar la zona como corredor gastronómico y cultural, afirma

ANGEL BOLAÑOS SANCHEZ

El Gobierno del Distrito Federal concluyó la remodelación del Barrio Chino, en la calle de Dolores, como parte de los trabajos del corredor turístico Paseo de la Reforma-Plaza Juárez, Centro Histórico.

Dicha calle, inaugurada ayer por la noche, quedó cerrada a la circulación vehicular y funcionará solamente como vía peatonal.

Al respecto, el jefe de Gobierno capitalino, Alejandro Encinas Rodríguez, explicó antes de la entrega de la obra que el propósito es consolidar la zona como un corredor gastronómico y cultural, a fin de convertirlo en un atractivo turístico más de la ciudad de México.

Para ello, se concedió a los restauranteros del barrio la autorización para establecer terrazas. El mandatario capitalino precisó que los trabajos consistieron en el mejoramiento de la infraestructura, y los habitantes del lugar contribuyeron con el mejoramiento de las fachadas.

Durante las obras se cambiaron las redes de agua potable y drenaje, así como las instalaciones eléctricas y el alumbrado público, y se renovaron el piso, las guarniciones y banquetas.

Al acto asistió el embajador de la República Popular China en México, Ren Jingyu, y la titular del Fideicomiso del Centro Histórico, Ana Lilia Cepeda de León.

Encinas explicó que con la entrega de este conjunto de obras concluye la primera etapa del rescate del barrio, la cual se complementará con la donación, por parte de la embajada china, de un marco que se instalará a la entrada de la calle de Dolores, mismo que se está elaborando en el país asiático, junto con dos leones monumentales de piedra, que ya se encuentran en la sede de la representación diplomática.

Por la mañana, en su conferencia de prensa, Encinas recordó que el Barrio Chino es el escenario de la novela El complot mongol, de Rafael Bernal, "ahora de moda", ironizo, en alusión a las pruebas documentales que utilizó el PAN para presentar una denuncia ante la PGR contra funcionarios y ex funcionarios del Gobierno del DF por lavado de dinero, pruebas que, consideró, sacaron los panistas de los fumaderos de opio que el policía Filiberto Martínez, protagonista de la citada obra, recorre en su travesía para desarticular una supuesta intriga internacional.