Deplora el desarraigo que sufren aquí los grupos que vienen en busca de trabajo
Reclama León Portilla crear casas para indígenas migrantes en el DF
Además del historiador, recibieron el Reconocimiento Ciudad de México la crotalista Sonia Amelio, el dibujante Gabriel Vargas y, de manera póstuma, el ingeniero Fernando Hiriart
Ampliar la imagen El jefe de Gobierno del DF, Alejandro Encinas, dialogó con los galardonados al término de la ceremonia realizada en el edificio del Antiguo Ayuntamiento Foto: José Carlo González
El historiador Miguel León Portilla reclamó a las autoridades del Distrito Federal atención para los indígenas migrantes, que vienen a esta ciudad -como muchos otros mexicanos se van al norte- al no tener posibilidades de desarrollarse en la tierra en que nacieron.
"Ojalá que tengamos aquí la casa de los mixes, la de los purépechas, de los zapotecos, de los mazatecos, la casa de los ñañús, que son los otomíes. Que cada uno venga a su casa y cultive su lengua y sus tradiciones, que no vengan a desarraigarse, porque es lo peor que le puede suceder a uno. Imagínense a los niños hijos de triquis: llegan a la escuela y no entienden el castilla y se burlan de ellos, que son descendientes de los pueblos originarios. ¿Cómo es posible eso? Pero si tenemos la casa de los triquis y de los mixes, ellos dirán: estamos aquí en nuestra casa, este es el corazón de mi tierra", expresó al recibir el Reconocimiento Ciudad de México.
En el acto, encabezado por el jefe de Gobierno capitalino, Alejandro Encinas Rodríguez, en el patio oriente del Antiguo Palacio del Ayuntamiento, también recibieron el reconocimiento la bailarina y pianista Sonia Amelio, considerada la mejor crotalista del mundo; el dibujante Gabriel Vargas Bernal, creador de la historieta La familia Burrón, y, de manera póstuma, el ingeniero Fernando Hiriart Balderrama, por las importantes obras de infraestructura hidráulica que dirigió, en beneficio de la ciudad.
León Portilla esbozó la historia de la ciudad de México, la cual, dijo, "comenzó a existir en la palabra portentosa del mito", a partir de la salida del pueblo mexica de Aztlán Chicomoztoc, guiado por el sacerdote Huitzitzilin. Recordó que también así comenzaron a existir otras dos grandes metrópolis: Jerusalén y Roma, y apuntó que muchos cartógrafos del siglo XVI describieron a la ciudad de México tan grande como Roma. Desde su origen, observó el autor de La visión de los vencidos, esta ciudad ha sido grande.
Refirió que por el Zócalo han transitado desde tragedia de ver ondear una bandera extranjera, hasta la gloria, cuando entró el ejército insurgente después de la consumación de la Independencia, o cuando arribó Benito Juárez para restaurar la República, sin olvidar que ahí estuvieron también Franco I. Madero, Emiliano Zapata y Francisco Villa, entre otros personajes históricos.
Por eso, "me duele ver tanto tenderete en el Zócalo, eso sí me duele en el corazón; es el corazón de la patria", expresó en alusión a los plantones que lo tienen copado.
Encinas respondió que "también a nosotros nos duele ver lleno de tenderetes el Centro Histórico, pero el corazón es también el reflejo de los males y las enfermedades de todo el país, y yo espero que pronto, muy pronto, empecemos a remediar esos males y a curar la enfermedad para que el corazón vuelva a ser plenamente vital".
En su mensaje, Sonia Amelio, quien ha recibido cientos de reconocimientos y condecoraciones internacionales, exclamó que el Reconocimiento Ciudad de México es el primero que recibe en el país y en la ciudad que la vio nacer, y anunció que presentará el espectáculo: Sonia Amelio, reencuentro con su ciudad, que llevará a las delegaciones políticas de la ciudad y a los reclusorios, para llevar "un poco de alivio a la gente" con su arte.
Escultura de La familia Burrón
Gabriel Vargas participó con un texto que fue leído por Alberto Carmona, quien al final se tomó "el atrevimiento" de pedir que esta ciudad haga justicia a uno de sus más reconocidos humoristas, cronistas y sociólogos, con la creación de una escultura, si no de Vargas, por lo menos de sus personajes. Encinas apoyó la propuesta y se comprometió a que La familia Burrón tendrá un espacio escultórico en la ciudad.
Bertha y Marcela Hiriart recibieron el reconocimiento que de manera póstuma otorgó el Gobierno del DF a Fernando Hiriart, con lo cual, expresó Encinas, se honran sus obras, que son silenciosas y casi no se ven, pero son fundamentales para la ciudad, como la red que permite a la mayoría de sus habitantes tener agua con sólo abrir la llave.