La violencia en Irak deja por lo menos 26 muertos
Toque de queda en Bagdad tras combate entre sunitas y chiítas
Ampliar la imagen Un iraquí muestra los restos de su hermano, abatido en un ataque suicida perpetrado en Basora, que dejó al menos otros nueve muertos Foto: Reuters
Bagdad, 23 de junio. Las autoridades iraquíes se vieron hoy forzadas a imponer el toque de queda en Bagdad, luego de un combate callejero entre insurgentes sunitas y milicianos chiítas, mientras el mando militar de ocupación informó que otros tres de sus soldados murieron, con lo cual aumentó a 10 el número de militares fallecidos en la última semana.
Milicianos chiítas del Ejército del Mehdi, encabezado por el clérigo Moqtada Sadr, se enfrentaron a los sunitas por primera vez después de varios meses en que las dos facciones sólo habían velado armas.
La ausencia de choques entre las dos fuerzas prevaleció a pesar de los frecuentes atentados con bombas que cometen chiítas y sunitas entre sí, incluido el ataque a la mezquita de la cúpula dorada, a principios de año, uno de los principales centros de oración de la mayoría chiíta de Irak.
Según una fuente de seguridad, todo comenzó cuando un convoy de milicianos fieles a Sadr se dirigía a la mezquita Buratha, en el centro de Bagdad, donde el viernes pasado un atentado causó la muerte a 11 personas.
Al llegar a la calle Haifa, un feudo sunita, los insurgentes atacaron al grupo con un proyectil antitanque. Cuatro milicianos chiítas murieron y ocho de sus vehículos fueron quemados, según la misma fuente.
Las fuerzas de seguridad también fueron atacadas al llegar al lugar, y un policía resultó herido. El tiroteo prosiguió luego que el ejército iraquí acordonó el sector y helicópteros estadunidenses sobrevolaron la zona.
Poco después, las autoridades iraquíes implantaron el toque de queda, nueve días después de que el gobierno del primer ministro Nuri Maliki anunció el despliegue de 50 mil policías y soldados -respaldados por militares estadunidenses- como parte de un plan de seguridad intensivo que ha intentado infructuosamente contener las acciones de guerra en Bagdad y sus alrededores.
Este viernes, dedicado entre los musulmanes a la oración, la situación fue más sangrienta en las poblaciones cercanas a la capital.
Al salir de una mezquita sunita en Hibhib -la localidad donde fue asesinado el líder de Al Qaeda en Mesopotamia, Abu Musab Zarqawi- una bomba escondida en un bote de basura causó la muerte a 12 personas que habían acudido a orar.
Hibhib se ubica en la provincia de Diyala, a unos 60 kilómetros al norte de Bagdad. Antes y después de la muerte de Zarqawi, la región ha sido escenario de cruentos asesinatos, algunos mediante decapitaciones.
Mientras, en Basora, a 550 kilómetros al sur de Bagdad, 10 personas murieron y 18 resultaron heridas en un atentado cometido con un coche bomba en un mercado del centro de la ciudad, de mayoría chiíta.
También en las afueras de Bagdad, los cuerpos de cinco empleados del Ministerio de Industria secuestrados el miércoles aparecieron cerca de la localidad de Mochahda, con señales de tortura, según una fuente de los servicios de seguridad.
Paralelamente, el número dos de Al Qaeda, Ayman Zawahiri, prometió vengar la muerte de Zarqawi, fallecido en un ataque aéreo estadunidense en Irak, según un vídeo difundido por la emisora Al Jazeera.
"Ninguno de nosotros muere sin que venguemos su muerte, con la ayuda de Dios", advirtió Zawahiri, que aparece en las imágenes junto a un fusil y con la imagen de fondo de Zarqawi.
"¿Te acuerdas (George W.) Bush, que el león del Islam, el mujahed (guerrero santo) Osama Bin Laden, Dios le bendiga, juró que Estados Unidos no podrá soñar con la seguridad hasta que ésta sea una realidad en Palestina y en todas las tierras musulmanas?", agregó.
En relación con Al Qaeda, el mando invasor informó que detuvo en el sur de Irak a 12 combatientes rebeldes, incluido un presunto dirigente de la red en el centro de Irak, cuyo nombre no fue dado a conocer.
A todo esto, un portavoz de la prisión en la que se encuentra recluido el depuesto presidente iraquí, Saddam Hussein, informó que el ex gobernante renunció a la huelga de hambre iniciada el jueves, en protesta por el homicidio de otro abogado de su equipo de defensores. El letrado fue asesinado el miércoles y es el tercer muerto desde octubre de 2001, cuando comenzó el juicio.