Usted está aquí: sábado 24 de junio de 2006 Política Debe México castigar penalmente la guerra sucia

Entrevista a EUGENIO RAUL ZAFFARONI, MINISTRO DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA ARGENTINA

Debe México castigar penalmente la guerra sucia

"se tiene que anular todo obstaculo a la investigacion y sancion"

Degrada a "Estado de segunda" la perpetuación de la impunidad en los casos de los crímenes contra la humanidad, como las desapariciones perpetradas en el país en los años 70 y 80, afirma el juez

VICTOR BALLINAS

Ampliar la imagen El magistrado durante la entrevista de ayer con La Jornada en la ciudad de México * María Luisa Severiano

Eugenio Raúl Zaffaroni, ministro de la Corte Suprema de Justicia de la Nación argentina, sostiene que los crímenes contra la humanidad, como la guerra sucia -en México- son imprescriptibles, y si el Estado continúa ignorando estos hechos y perpetuando la impunidad, "lo que está haciendo es abrir la puerta a la jurisdicción internacional, está degradándolo a condición de tribu, y cualquier Estado del mundo puede ejercer la jurisdicción y condenar un crimen de lesa humanidad".

De las investigaciones y resultados de la Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado expresa, en entrevista con La Jornada, que "no es ninguna novedad, como no lo ha sido en América Latina, que en el caso de México la fiscalía que investiga esos crímenes del pasado encuentre obstáculos; en toda la región los ha habido, pero lo deseable aquí, como ha ocurrido en nuestras naciones -Argentina, Chile- es que el país cumpla con sus obligaciones internacionales, que remueve todos los obstáculos que impiden y obstruyen la investigación y se hagan todos los procesos que se deban hacer legalmente; ésa es la forma de resolver el pasado y recuperar la memoria".

Sostiene que en estos procesos para llegar a la verdad y sancionar a los responsables "es clave y muy importante el cambio de actitud de las fuerzas armadas. Una institución no puede quedar cargando toda la vida una sospecha que ensucia a todos, incluso ensucia a los que vinieron después (de esas masacres y violaciones a derechos humanos). No se puede cargar un crimen toda la vida. Deben sancionar a quien es responsable de cometer fechorías y se debe repensar el papel de estas fuerzas".

Insiste: "el Estado mexicano debe asumir su responsabilidad, porque cuando se niega a ello lo que va a pasar es que el Estado va a ser sancionado y la sanción recae sobre los 100 millones de habitantes. Cuando los gobiernos se niegan a reconocer su responsabilidad, la consecuencia la pagamos todos".

El ministro Eugenio Raúl Zaffaroni se encuentra en México como invitado a la séptima edición de las Jornadas sobre Justicia Penal, efectuadas del 19 al 23 de junio en el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México, donde participó el martes con la ponencia De la racionalidad al crimen de Estado.

-La desaparición de personas en América Latina, donde México no fue la excepción, ¿se puede considerar genocidio o crímenes de lesa humanidad?

-Lo ocurrido en América Latina, fundamentalmente en la década de los 70 y que se extendió a los años 80, desde el punto de vista del derecho internacional, son crímenes contra la humanidad, crímenes de lesa humanidad; periodísticamente puede hablarse de genocidio, pero en rigor está marcado como genocidio y otros crímenes contra la humanidad, en la forma de crímenes de Estado.

"Crimen de Estado porque es de destrucción masiva, amplia, indiscriminadamente, de carácter sistemático. Este carácter sistemático de crimen contra humanidad, como delito de Estado, deriva de que es la forma más alta de expresión de criminalidad organizada, porque es el aparato de Estado el que lo organiza. No se trata de hechos aislados, ni de la tortura que se comete en una estación de policía, sino que es una práctica sistemática de agresión."

-¿Estos atentados son imprescriptibles, o pierden ese carácter con las enmiendas de los gobiernos al firmar la convención contra la imprescriptibilidad?

-Son imprescriptibles y lo fueron siempre conforme al derecho internacional consuetudinario, esa es la fuente del derecho internacional. La convención internacional que establece la imprescriptibilidad de los crímenes de lesa humanidad no la sanciona, lo único que hace es reconocerla, esto es, se reconoce en una ley lo que ya es vigente en el derecho internacional.

-¿México puede argumentar que en su legislación los atropellos del pasado no son imprescriptibles, sino que ese carácter es para el futuro?

-No, ese argumento no es válido. Si al ratificar la convención que establece la imprescriptibilidad México le hizo alguna enmienda, ésa no es válida; en todo caso, tiene a la Suprema Corte de Justicia de la Nación para arreglar eso, es decir, eliminar esa enmienda porque ese delito siempre ha sido de imprescriptibilidad.

"Si México insistiera en ello, y no juzga esos crímenes, está abriendo la puerta a la jurisdicción internacional, que es universal y opera supletoriamente cuando el Estado en cuyo territorio se cometió el delito de lesa humanidad y la autoridad no acepta su jurisdicción, es decir, no acepta su soberanía, ya sea porque no puede o porque tiene una desorganización, como pasó en Somalia, o porque sencillamente no quiere, y esto abre la posibilidad de que cualquier Estado del mundo ejerza la jurisdicción, y España la ha ejercido en el famoso caso del juez Garzón. Y si otro Estado ejerce esa jurisdicción nos convierten en estados de segunda, porque no es una cosa que genere un peligro sólo para los autores de los crímenes, sino que genera un peligro potencial para los 100 millones de mexicanos que quedarían eventualmente sometidos a procedimientos por esos delitos.

-¿Usted recomienda que México juzgue esos atropellos?

-Sí, frente a esos hechos es indispensable conservar y reforzar la soberanía nacional y evitar que pase ese fenómeno de la jurisdicción internacional.

-¿Cómo lo puede hacer México?

-Como ya se hizo en Argentina y Chile. México debe recurrir a la eliminación o nulidad de todos los obstáculos que se oponen a la investigación y al cumplimiento y sanción de estos delitos porque si el país no lo hace, si no retira todos los obstáculos jurídicos México va a ser sancionado en el plano internacional.

-En su experiencia como juez y ahora como ministro, la mejor oportunidad para sancionar el pasado ¿son los gobiernos del cambio o de la alternancia?

-Por supuesto, claro, desde luego que Augusto Pinochet no se iba a sancionar él mismo ni a su gobierno, desde el poder no se iba a hacer nada, por ello, al perder el poder el gobierno que cometió esos crímenes puede ser sancionado.

-Con el reconocimiento en México de que hay desaparecidos políticos ¿se avanza en la ruta de sancionar el pasado?

-En América Latina se vio como un avance la recomendación 26/2001 de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, reconociendo la existencia de cientos de desaparecidos; la creación de la fiscalía fue un paso más, pero no se trata de un reconocimiento en abstracto, sino del ejercicio de las sanciones penales que es lo que impone el derecho internacional, y del reconocimiento de que sí pasaron estos hechos, pero que no volverán a ocurrir, por eso el proceso penal tiene la función de actualizar la memoria, de actuar como medida preventiva.

 
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