Proyecto del Foro Consultivo Científico y Tecnológico, brazo de la Presidencia
Alertan sobre la aplicación de un "modelo transexenal" en ciencia
Se sacrificarán áreas de conocimientos básicos y humanidades: Eduardo Ibarra, de la UAM
Las propuestas de investigación científica, desarrollo tecnológico e innovación del Foro Consultivo Científico y Tecnológico se refieren a un país distinto al nuestro, niegan la realidad de México, su composición, la pobreza, los bajos niveles educativos y parten del hecho de que el conocimiento es un bien, una mercancía, susceptible de compra y venta, advirtió Eduardo Ibarra Colado, jefe del departamento de estudios institucionales de la División de Ciencias Sociales y Humanidades de la UAM-Cuajimalpa.
Durante el primer congreso sobre educación, ciencia, tecnología e innovación, en el Palacio de Minería, añadió que las propuestas del foro presentan un modelo científico transexenal, cuya suerte se decidirá también en la jornada electoral del 2 de julio.
"Si gana Felipe Calderón, el documento seguramente prevalecerá, con todos los vicios y errores que significa para la comunidad científica y el desarrollo de esos sectores en México", advirtió.
Luego de su participación, Ibarra Colado criticó la exclusión de las ciencias sociales y humanidades del documento que el foro ha hecho circular en la comunidad científica como base de una propuesta sobre esos temas para presentarla al próximo gobierno, y lamentó que en este encuentro se insista en apostar por el capitalismo académico en lugar de subrayar la necesidad de fortalecer el sistema nacional de ciencia y tecnología.
Desde hace unas semanas, el Foro Consultivo Científico y Tecnológico -brazo consultor de la Presidencia de la República- puso en circulación un documento para proponer las bases de una política de Estado en ciencia, tecnología e innovación, aunque apostando por el continuismo de las políticas aplicadas en estos cinco años por Jaime Parada, director removido del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
Ibarra Colado sostiene que el país no cuenta con la infraestructura para que opere la sociedad del conocimiento.
"Llevamos Enciclomedia a las escuelas en las cuales ni siquiera hay contactos para la energía eléctrica. Se trata de una demagogia tecnológica", dijo.
Reconoció que si bien parte de lo que se ha hecho en estos años ha resultado necesario, "no se debe continuar con la misma política a costa de la ciencia básica y las ciencias sociales y humanidades. Los avances atienden una parte del problema, pero se olvidan de la otra".
Lamentó que una parte de la elite científica apoye el documento porque, consideró, "buscan preservar para sí recursos para la investigación y desarrollo de sus patentes", y advirtió que la propuesta contiene datos "preocupantes".
Por ejemplo, dijo, "endogeniza" el desarrollo de la ciencia y la tecnología en las empresas a partir de un gasto creciente del Estado en investigación aplicada y desarrollo tecnológico "sin que la iniciativa privada tenga que invertir sino hasta 2024. Es decir, la investigación privada será financiada con fondos públicos, sin contar los estímulos fiscales de los cuales gozan esas mismas empresas".
Este planteamiento transexenal va de la mano, agregó, con el diseño de las políticas públicas y de un modelo para la educación superior -también de carácter transexenal- encabezado por el subsecretario de Educación Superior e Investigación Científica, de la Secretaría de Educación Pública, Julio Rubio Oca. "Esos dos proyectos coinciden en metas y objetivos", añadió.
Sostuvo que la propuesta de Rubio Oca se fundamenta en el documento Visión de la universidad mexicana, presentado en 1990 por Antonio Gago Huguet y Luis Enrique Todd, en el que se señala que las instituciones de educación superior deben cambiar para ser más académicas y pragmáticas, democráticas y elitistas, innovadoras y conservadoras, y educadoras de masas, pero sin masificar la enseñanza. Esto, afirmó Ibarra Colado, "significó una transformación radical del sistema de educación superior".
Dicho documento sirvió de base para que Rubio Oca, en su calidad de secretario ejecutivo de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior, presentara a finales de la década pasada el documento Hacia una universidad del siglo XXI, que plantea la transformación de dicho sistema con mitas el año 2025.