Se ubicó primera en el grupo E y jugará contra los australianos en octavos de final
La selección italiana se impuso a República Checa y la dejó fuera de la Copa del Mundo
Los checos llegaron al partido sin sus delanteros Koller, por lesión, y Lokvenc, por expulsión
Ampliar la imagen El zaguero Marco Materazzi, quien entró de cambio por el lesionado Nesta, anotó el primer gol de ltalia Foto: Ap
Hamburgo, 22 de junio. Italia avanzó a octavos de final al batir con la autoridad de su futbol aplomado 2-0 a la República Checa y eliminarla del Mundial Alemania 2006, en emotiva última fecha del grupo E.
El primer gol fue marcado al minuto 26 por el defensa Marco Materazzi -quien ingresó al minuto 17 por una lesión de Nesta-, con formidable cabezazo en el estadio de Hamburgo, donde miles de tifosi alentaron sin pausa a sus compatriotas.
El tiro de gracia lo ejecutó Filippo Inzaghi, al 87.
Los checos, obligados al triunfo, llegaron a Hamburgo con cuatro mediocampistas y las esperanzas cifradas en el delantero del Aston Villa, Milas Baros, el único ariete disponible tras la baja de Jan Koller y la doble amonestación de Vratislav Lokvenc.
Baros, recién repuesto de una lesión que lo privó de jugar hasta ahora en el Mundial, hizo valer su puesto a los ocho minutos, al enviar a un centímetro de la portería de Buffon un pase largo de Nedved.
Los azzurri sufrieron la temprana pérdida de su defensa Nesta; lo remplazó Materazzi y fue una desgracia con suerte, porque nueve minutos después el jugador del Inter de Milán aprovechó su altura para rematar con la cabeza un envío desde el tiro de esquina de Totti, para marcar el 1-0.
Tras el gol los checos pusieron más empeño, pero se toparon con la férrea defensa italiana, al mando del capitán Cannavaro.
Cuando se jugaba el tiempo de descuento del primer periodo, la República Checa recibió otro golpe al ser expulsado Jan Polak por falta violenta sobre Totti.
En el segundo parcial Italia, más segura y con superioridad numérica, llamó al ataque. Totti tomó la batuta creando varias ocasiones de gol, como un disparo fulminante desde 20 metros que rozó el poste y pases magistrales a Gilardino.
Los checos, que seguían buscando el milagro, como lo había pedido Nedved, no se amilanaron. Buscaron el área, pero no lograron perforar la defensa azzurra, con excepción de un par de ocasiones protagonizadas por el jugador del Juventus, que no encontraba el gol, sino los guantes de su amigo Buffon.
Italia necesitaba un triunfo para permanecer en la cima del grupo y evitar el probable choque con el pentacampeón Brasil.
Y el triunfo quedó sellado a cuatro minutos del final. Con los checos volcados sobre el área rival un rápido contragolpe permitió a Inzaghi hacer lo que mejor sabe, marcar goles.
La victoria contribuirá a mejorar el ánimo de la afición italiana tras el escándalo de manipulación de partidos, que podría causar el descenso a varios de los equipos de mayor prestigio.