Presentaron libro que reúne los trabajos ganadores del Buzón Penitenciario 2004
Los presos escriben historias dolorosas para reinventarse, dijo Silvia Molina
El acto de escribir es de ''una brutal diferencia" cuando se realiza desde la cárcel. Como ninguna otra literatura, la que se hace desde la prisión permite al autor, al interno, ''reinventarse en lo que le hubiera gustado ser; ver sus errores o inocencia como un sueño imposible de probar o de defender. La culpabilidad la transforman en algo que no se ve, que no se sospecha. Sus historias son crudas, secas y dolorosas", expresó la escritora Silvia Molina, en la presentación del libro Vuelo de palabras: Premio Buzón Penitenciario 2004.
El volumen reúne a los ganadores del decimoprimer Concurso Nacional de Cuento José Revueltas 2004 y a los del décimo Concurso Nacional de Poesía Salvador Díaz Mirón 2004, así como a quienes obtuvieron mención honorífica.
Para ese certamen se recibieron 303 cuentos escritos por 268 internos de 58 centros penitenciarios y 648 poemas, de la autoría de 349 internos, de 83 centros penitenciarios, resultando en primero, segundo y tercer lugares: Rigoberto Silva Ortega, por su cuento La gota de la llave; Sara María Aldrete Villarreal, por Para qué te cuento, y Emiliano Avila Carrillo, por Crónica de un delincuente, respectivamente.
En poesía se distinguió a Claudio Valentín López Angeles, por Lluvia; Enrique Aranda Ochoa, por Declaración, y Fernando Luévano Ponce, por Mientras la bestia vigilaba. Internos todos que en ausencia fueron premiados y cuyo trabajo fue coeditado por el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) y la Secretaría de Seguridad Pública federal.
En la sala Manuel M. Ponce, del Palacio de Bellas Artes, durante el acto se leyó el cuento ganador y estuvieron presentes José Luis Lagunes López, subsecretario de Prevención y Participación Ciudadana; Juan Manuel Herrera Marín, comisionado de Prevención y Readaptación Social Federal; Luis Felipe Hernández y Juan Carlos Vera, representantes del jurado.
Seguimiento a ganadores
Como el criterio para seleccionar los textos ganadores consiste en que estén bien escritos, comentó luego del acto Felipe Hernández, este año se descartaron, por ejemplo, cuentos muy desgarradores de mujeres reclusas preocupadas por sus hijos, así como relatos de internos, en los que describían sus delitos y su inclinación por seguir delinquiendo. ''Es una lástima que no estuvieran bien escritos como para ser considerarlos".
Por separado, tanto Silvia Molina, titular de la Coordinación Nacional de Literatura del INBA, como Lagunes López, ante la pregunta sobre si se han dedicado a la escritura los anteriores reclusos ganadores, respondieron no saber nada al respecto, salvo de uno o dos, ''que parece siguieron escribiendo".
El subsecretario de Prevención y Participación Ciudadana reconoció ''que no se le ha dado seguimiento" a esos internos-autores, y se comprometió a que este año se llevará un registro para saber si los participantes ganadores continúan dedicándose a la literatura.