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Ignoró Fox advertencias de la SCT sobre la ley Televisa
Un dictamen técnico reveló inconsistencias, lagunas legales, actos discrecionales y varios más
Ampliar la imagen Ayer el presidente Vicente Fox encabezó la presentación del Sistema Logístico para el Desarrollo Productivo en el Istmo al sector privado, en la residencia oficial de Los Pinos. Lo acompañan los gobernadores de Oaxaca, Ulises Ruiz, y de Veracruz, Fidel Herrera, así como el secretario de Comunicaciones Pedro Cerisola Foto: José Antonio López
Raudo como en pocas ocasiones, el inquilino de Los Pinos firmó la ley Televisa sin objetar una sola coma del texto aprobado, con igual velocidad, por la mayoría legislativa el 31 de marzo de 2006.
Con su publicación en el Diario Oficial de la Federación el pasado 11 de abril, el presidente Fox respondió a la exigencia de veto de un grupo de legisladores, académicos, organizaciones civiles, medios de comunicación públicos y privados, e incluso instancias gubernamentales, que sustentadamente cuestionaron no sólo el contenido de la Ley Televisa, sino la deshonrosa forma en que la mayoría en San Lázaro y Xicoténcatl levantó el dedo a favor de los barones de la televisión y la radio.
Al viejo estilo de "ni los veo ni los oigo", el mandatario del "cambio" firmó y publicó con sospechosa velocidad la citada ley, sin atender una sola de las solicitudes de revisión del caso. Fue tal el exceso presidencial, que ni a su propio especialista en la materia -el secretario de Estado por él designado para atender los asuntos relacionados con las comunicaciones- le echó un lazo.
Dos meses después se conoce que, por medio de un dictamen técnico, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes "advirtió al presidente Vicente Fox de una serie de inconsistencias, lagunas legales, actos discrecionales y contradicciones generadas por las reformas a las leyes federales de Radio y Televisión, y de Telecomunicaciones, entre ellas actos inconstitucionales... El dictamen de la SCT contiene más de 55 observaciones al Ejecutivo sobre la llamada Ley de Medios (Ley Televisa), en materia de radio y televisión, y de telecomunicaciones, en que se advierte que las reformas traerían consigo discrecionalidad y contradicciones que afectan a la Cofetel, además de textos confusos que dan pie a interpretaciones y con ello a amparos" (El Universal).
La Secretaría de Comunicaciones y Transportes hizo llegar al inquilino de Los Pinos el citado documento el 4 de abril pasado (cuatro días después de que el Senado avaló el Sí que la Cámara de Diputados obsequió a la ley de marras) a través de la Consejería Jurídica del Poder Ejecutivo (a cargo de Juan de Dios Castro Lozano), instancia que confirmó la existencia del dictamen "en el que la dependencia señaló al presidente Vicente Fox 55 observaciones" a la ley Televisa, en vigor tras su publicación en el Diario Oficial de la Federación.
Entre otros elementos, el dictamen (divulgado por El Universal) advierte que "las reformas generan lagunas en materia de refrendo de permisos y se obsequia un derecho inexistente hasta hoy a los concesionarios; el otorgamiento de una concesión sigue siendo discrecional y sujeta a presiones; al fijar criterios eminentemente económicos para la selección del concesionario se propicia que sólo algunos grupos económicamente fuertes puedan acceder a estas frecuencias; quien pretenda ser concesionario deberá licitar y pagar por ello, mientras los concesionarios existentes podrán seguir explotando las frecuencias sin pago adicional; es inconstitucional el derecho de objetar, otorgado a los senadores de la República, los nombramientos de la Comisión Federal de Telecomunicaciones hechos por el Presidente; las reformas traerían consigo discrecionalidad y contradicciones que afectan a la Cofetel, además de textos confusos que dan pie a interpretaciones y con ello a amparos; el servicio de radiodifusión está definido y regulado por dos leyes al mismo tiempo y con distintas acepciones; se abre el sector a la inversión extranjera al 49 por ciento o inclusive al 100 por ciento, cuando la tecnología evolucione y haya servicios móviles en estas bandas; los cambios abren la posibilidad de que el espectro radioeléctrico nunca se restituya al Estado".
Las observaciones de la SCT son extremadamente delicadas, pero tampoco hizo caso. Firmó el decreto y lo publicó en el DOF, porque es un cumplidor puntual de sus compromisos con los barones, caso concreto los de la televisión y la radio.
Destapado el asunto, la Presidencia de la República intentó minimizar el asunto: el inquilino de Los Pinos "nunca conoció ese texto" (el dictamen de la SCT), mientras la Consejería "consideró que no había contradicciones jurídicas importantes que justificaran la posibilidad de un veto presidencial a una ley que ya había sido aprobada por la unanimidad de la Cámara de Diputados y por la mayoría de la Cámara de Senadores", dijo el nada convincente vocero Rubén Aguilar, a quien se le "olvidó" mencionar que el de Vicente Fox ha sido un gobierno pleno en controversias constitucionales y vetos a las disposiciones del Legislativo, que en cinco años ha vetado alrededor de diez leyes aprobadas en San Lázaro y Xicoténcatl.
Difícilmente Fox dedicará tiempo a la lectura, así sea un dictamen de la SCT advirtiéndole sobre actos inconstitucionales en una legislación que debe llevar su aval, pero en el hipotético caso que no supiera de qué se trataba el asunto alguien debió informarle sobre lo que estaba a punto de firmar. El consejero jurídico o el propio vocero, por ejemplo.
Las rebanadas del pastel:
Albricias: el inquilino de Los Pinos le atinó al marcador México-Portugal. El problema es que se equivocó de ganador.