Usted está aquí: miércoles 21 de junio de 2006 Economía El Estado boliviano retomará el control de seis empresas clave

Con regulación estatal, telecomunicaciones, electricidad y ferrocarriles

El Estado boliviano retomará el control de seis empresas clave

También traspasará a su favor acciones de firmas que manejan fondos de pensiones

REUTERS Y AFP

La Paz, 20 de junio. El gobierno de Bolivia anunció formalmente este martes que el Estado retomará el control de seis empresas clave de los sectores de telecomunicaciones, electricidad y ferrocarriles, que fueron privatizadas en la década de los 90.

El ministro de Planificación boliviano, Carlos Villegas, precisó que el plan de reversión parcial de las privatizaciones seguirá el modelo aplicado en las petroleras, en las que el fisco se hizo con la administración mediante un traspaso por decreto de acciones y la compra concertada de más títulos.

Las empresas que volverían a control estatal son la de telecomunicaciones Entel, de Telecom Italia; las eléctricas Corani, Guaracachi y Valle Hermoso, manejadas por la estadunidense Duke, y otros capitales norteamericanos y bolivianos; las ferroviarias Oriental y Andina, en manos de estadunidenses y chilenos.

Entel domina el mercado de la telefonía fija, móvil e Internet, mientras las tres eléctricas abastecen al 75 por ciento del mercado boliviano.

La empresa de trenes Oriental es imprescindible para el transporte de las exportaciones bolivianas a Brasil y Argentina, y Andina cubre rutas locales hacia el occidente del país.

El Estado boliviano traspasará gratuitamente a su favor las acciones de las empresas que manejan los fondos de pensiones Futuro, filial de Zurich Financial Service, y Previsión, del grupo financiero español BBVA, y negociará caso a caso la compraventa de acciones de los socios privados.

El plan del gobierno, que busca retomar el control de empresas y recursos estratégicos de Bolivia, comenzó a principios de mayo con la nacionalización de los hidrocarburos, que obligó a gigantes petroleros como la española Repsol-YPF, la brasileña Petrobras y la francesa Total a renegociar sus contratos o abandonar el país.

Poco después, la administración de Evo Morales decidió por decreto gestionar tres petroleras mixtas que eran controladas por Repsol-YPF, BP-Amoco, Shell y Ashmore.

Tras esta nueva decisión, el gobierno no prevé más nacionalizaciones en el sentido clásico, dijo Villegas a corresponsales internacionales.

''Me imagino que (en el exterior) deben hacer relación a ese tipo de, entre comillas, nacionalización'', comentó el funcionario al indicar que lo que se propone es ''la compra de acciones en las proporciones correspondientes hasta llegar al 51 por ciento''.

Villegas consideró ''tergiversaciones'' las versiones de prensa que describieron como nacionalización al plan de reponer el control del Estado sobre las empresas, privatizadas por el gobierno liberal de Gonzalo Sánchez de Lozada.

''Haciendo un esfuerzo, no encuentro más tema de nacionalización'', declaró el jefe del equipo económico de Morales.

''El plan establece que se hará lo mismo en las restantes empresas mixtas capitalizadas (...) me imagino que lo que dicen (en el extranjero) debe hacer referencia a ese tipo de nacionalización'', agregó el ministro.

En las privatizaciones de la década pasada, compañías extranjeras comprometieron inversiones a cambio de 50 por ciento de la propiedad más el derecho de administración de algunas de las más importantes empresas estatales.

La otra mitad de las acciones de las empresas mixtas resultantes quedó casi totalmente en propiedad de la ciudadanía boliviana, representada por fondos privados de pensiones y, en una pequeña proporción, en manos de trabajadores de las mismas empresas y otros inversionistas.

Villegas señaló que el plan anunciado el martes no incluye a la aerolínea de bandera LAB, capitalizada inicialmente por la brasileña VASP y ahora controlada por el empresario local Ernesto Asbún, porque esta empresa está en crisis y tiene deudas por 170 millones de dólares.

El gobierno tampoco prevé nacionalizaciones en el sector minero, sino la reversión al Estado de yacimientos no desarrollados por privados.

''Vamos a revertir algunas concesiones mineras (...) pero no se plantea absolutamente nada de nacionalización de la minería'', afirmó Villegas.

La administración de Morales quiere que la corporación estatal Comibol, que abandonó las actividades productivas y cedió su lugar a empresas privadas, se reincorpore a la producción minera, sin afectar a las empresas privadas que operan actualmente.

 
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