"Trabajo para hacer de la vida y el mundo algo mucho más misterioso"
Sin más, el pintor Vicente Rojo se encontró de repente con el uso de la palabra y, tras hacer algunos agradecimientos, confesó: "Todo mi trabajo ha tratado de hacer de la vida y el mundo algo mucho más misterioso".
Así, con esa breve intervención, fuera de programa, concluyó la tarde del viernes la cuarta y última mesa del ciclo-homenaje que el Centro Cultural de España efectuó en el transcurso de la semana en torno del artista de origen ibérico.
Intitulada Las manos de Vicente Rojo, esta sesión postrera contó con las intervenciones del crítico de arte español Nilo Palenzuela, el investigador Antonio Saborit, el editor y poeta Marcelo Uribe y el escritor Juan Villoro, estos tres últimos de México.
Palenzuela fue el único que tomó de manera literal el tema de la mesa, y así subrayó que las de Rojo son "manos que inventan casi un tiempo mítico" y "parecen merodear, multiplicarse entre sus obras, entre los signos que realizan"
Son, las suyas, manos que existen detrás de sus obras, aunque no puedan encontrarse, y agregó: "No se predican como autoras de algo; todo está cerca, sobre la mesa o el suelo: tijeras, pegamentos, colores. No se ven porque han sido tocadas por luces y formas que están a punto de desvanecerse."
Originario de Islas Canarias, el crítico puntualizó que las manos de Vicente Rojo "no están tocadas por la melancolía occidental, ni por el deseo de tocar los acordes celestes", y aseguró que ellas "se mueven como su vida: en medio del azar, en medio del tiempo, en medio de esa siempre enigmática conjunción de casualidad y destino que nos constituye".
Se refirió a la estrecha e importante relación del artista con escritores en el ámbito del diseño gráfico, respecto a lo que concluyó: "Creo que Rojo pertenece a un selecto grupo de autores contemporáneos que dan un paso atrás para recordar que en el arte y la actividad libresca hay todavía un papel de subversión, una ética que se enfrenta con lo mayúsculo, con las grandes garras, con el lado siniestro de la modernidad, y lo hace a través de la maniobra que resiste las embestidas del discurso del poder y de los ritmos impuestos por las modas".
De acuerdo con Juan Villoro, Vicente Rojo es el pintor mexicano que ha estado más cerca de la experiencia literaria, no sólo por con sus múltiples colaboraciones con escritores, sino por haber encontrado una segunda vocación en el diseño gráfico.
En los diseños de publicaciones como Siempre, la de la Universidad, Plural, La Jornada y de Ediciones ERA, "Rojo siempre tuvo presente que trabajaba en favor de una travesía, la del texto", dijo.
"Lector consumado, estableció un diálogo donde el diseño entrevistaba a la palabra, otorgándole mayor realce. La eficacia de su trabajo se convirtió en costumbre, al grado de que no podíamos concebir páginas culturales presentadas de otro modo."
Angel Vargas