El peligro, similar a menor crecimiento o repunte inflacionario en EU, señala
BBVA coloca las elecciones como riesgo para la economía
Los comicios influyen en decisión de consumo e inversión; frenará la recuperación, asevera
El grupo financiero pronostica crecimiento de 4% para este año; se elevaron exportaciones
El "nerviosismo" generado por el proceso electoral del próximo 2 de julio puede tener impacto en las decisiones de consumo e inversión y frenar la recuperación que ha mostrado la economía mexicana en el primer trimestre de 2006, periodo en que el producto interno bruto (PIB) logró un incremento de 5.5 por ciento, consideró este sábado uno de los principales grupos financieros del país.
BBVA Bancomer consideró en un reporte emitido ayer que la situación política interna constituye un factor de riesgo para la economía mexicana similar al efecto negativo que tendría un menor crecimiento y un repunte de la inflación en Estados Unidos, el principal socio comercial y de inversiones de México.
Es la primera ocasión en que un reporte de este tipo coloca al factor político como un riesgo relevante para la economía mexicana.
En el reporte, BBVA Bancomer comentó que los datos dados a conocer el viernes por el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), sobre la evolución de la oferta y demanda agregada -en el que se reportó un fuerte incremento en el primer trimestre del año del consumo del gobierno, que creció a una tasa de 7.5 por ciento anual, la más alta para un periodo similar en este sexenio- confirman la "perspectiva favorable" para la recuperación del PIB, mismo que en el periodo contemplado ascendió a 2 billones 544 mil 108.97 millones de pesos.
Sin embargo, el grupo financiero advierte: "en los trimestres venideros, los factores de riesgo se centran en la desaceleración estadunidense y por el lado interno, en el nerviosismo generado por el proceso electoral que podría afectar las decisiones de consumo e inversión y ralentizar la consolidación de la recuperación".
El Banco de México informó que su pronóstico de crecimiento para este año, en el que los mexicano decidirán sobre el presidente y el Congreso que los gobernará los próximo seis años, es de 4 por ciento y, según BBVA Bancomer, el segundo trimestre crecerá a una tasa de 5.1 por ciento.
La recuperación, explica la institución financiera, está directamente vinculada con la expansión mundial, después de una desaceleración sincronizada en 2001 de Estados Unidos, Japón y Europa en su conjunto. Pero, el factor dominante en este caso fue el repunte económico estadunidense, de 4.2 por ciento, durante 2004 y 3.5 por ciento el año pasado.
El documento detalla que el mayor flujo de recursos del exterior favoreció el crecimiento de las exportaciones tanto petroleras como no petroleras, lo cual ha fortalecido los indicadores de confianza en el sector empresarial, cuya inversión se ha expandido en 7 por ciento los dos últimos años.
La industria automotriz es uno de los sectores que más ha contribuido al fortalecimiento de las relaciones comerciales con el exterior, misma que representa 3 por ciento del PIB, el 14 por ciento del total de la producción manufacturera y 26 por ciento de las exportaciones del mismo ramo.
En tanto, el análisis indica que la "modesta" recuperación del consumo, no así de la inversión, fue una de las mayores contribuciones a la recuperación del PIB, provocada por mayor financiamiento bancario y los niveles récord de envío de remesas familiares (5 mil 184.47 millones de dólares, en los primeros tres meses del año).
Pero la variación de los componentes de la demanda ha sido desigual, pues en lo que respecta a los bienes duraderos, como autos o vivienda, aumentó 13.9 por ciento, mientras que los no duraderos y servicios se expandieron a tasas más modestas de 4.7 y 5.8 por ciento, respectivamente.
Las importaciones de bienes y servicios, durante el primer trimestre del año se incrementaron 16.4 por ciento, mientras que la variación en la demanda agregada se originó en incrementos de 6.5 por ciento en el consumo privado, 7 por ciento en el consumo público, 12.9 en la inversión y 11.1 por ciento en las exportaciones.