Respaldo popular a su proyecto de nación en Tuxtla Gutiérrez y Villahermosa
López Obrador afirma que no habrá ni amiguismo ni nepotismo en su gobierno
Más priístas se sumarán a su causa, entre ellos, Roberto Albores Guillén
Ampliar la imagen El candidato presidencial de la coalición Por el Bien de Todos, Andrés Manuel López Obrador, en un mitin de cierre de campaña en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas Foto: Carlos Ramos Mamahua
Villahermosa, Tab., 17 de junio. El crecimiento sostenido en las preferencias electorales y la aceptación popular de su proyecto de nación se manifestaron ayer en la región sur del país, donde Andrés Manuel López Obrador fue respaldado por decenas de miles de mujeres y hombres a los que prometió que no recibirá pensión como ex presidente de la República, y mucho menos se rodeará de "lambiscones y barberos" a la hora de formar su equipo de gobierno.
Al mediodía llegó a una calurosa Tuxtla Gutiérrez, donde congregó a más de 7 mil personas, y de ahí se trasladó a la capital de su estado natal, Villahermosa, donde, en la Plaza de la Revolución, 50 mil personas le dieron una apoteósica recepción.
El escenario fue propicio, por la comunión entre el orador y sus escuchas, para que el candidato presidencial enunciara 34 de los 50 puntos de su proyecto de nación, y dejara en claro que el suyo será un gobierno "netamente austero".
"Tiene que haber justicia en nuestro país, no habrá pensión para (Carlos) Salinas, ni para Ernesto Zedillo, ni para Miguel de la Madrid, ni para (Luis) Echeverría, ni para el ciudadano (Vicente) Fox cuando se vaya de la Presidencia, ni para Andrés Manuel después de 2012. Eso se acabó. Vamos ahorrar, desde el primer año, 100 mil millones de pesos con nuestro proyecto de austeridad republicana.
"En mi gobierno no va haber nepotismo. Ninguno de mis familiares va a trabajar en el gobierno, ni va a ser influyente en asuntos que sólo corresponden a quienes que trabajan en el ejercicio gubernamental. Ningún familiar, ni uno solo, ni mis hijos, ni mis hermanos, ni mis cuñados, ni nada de eso. No va haber nepotismo, tampoco va haber amiguismo. Que se entienda bien, no va ser un gobierno de amigos, voy a integrar el gabinete con las mujeres y hombres más íntegros, con más capacidad, que tengan realmente vocación de servicio: no quiero lambiscones, no quiero barberos en el gobierno. Y tampoco nepotismo, influyentismo, ni amiguismo."
Horas antes, en Tuxtla Gutiérrez, López Obrador también fue objeto de reconocimiento por una notable concentración popular en el centro de la ciudad. Y el ánimo se desbordó en gritos de respaldo al anunciar lo siguiente:
"Vamos a cumplir todos los compromisos. Llegando diciembre voy a enviar un memorándum al secretario de Hacienda para que se tomen las disposiciones necesarias y se lleve a la práctica, que bajemos el precio de la luz eléctrica, del gas y de las gasolinas en todo México".
Tal y como viene ocurriendo en donde se presenta, el candidato de la coalición Por el Bien de Todos es objeto de un apoyo popular creciente, sobre todo del que proviene de los pobres. A ellos les prometió que cumplirá todos sus compromisos.
"Todos los que hacemos política, si queremos ir a la historia, tenemos que pensar en cumplir a la gente, en cumplir todos los compromisos, en no mentir. Si queremos engañar a la gente, pensando que el pueblo es menor de edad, nos vamos a equivocar, y sí, nos vamos a ir a la historia, pero al basurero de la historia".
Mientras López Obrador se dirigía a los chiapanecos, a espaldas del templete, el priísta Juan Díaz Betancurt -ex presidente del Congreso de Oaxaca y secretario de Salud el gobierno de José Murat- lo esperó para informarle que, la semana próxima, él y un grupo de militantes del PRI, cercanos a Diódoro Carrasco, se pronunciarán en favor de su candidatura presidencial.
Al preguntarle si ya había tratado el tema con su ex jefe Murat, Juan Díaz respondió: "ya hablé con él, es como mi hermano; con él es otra cosa. Me dijo, ¡piénsalo bien!, pero él busca su futuro y yo el mío".
Mientras, en el mitin, los campesinos e indígenas que escuchaban se entusiasmaron cuando López Obrador prometió que con él habrá pensión universal a partir de los 70 años, y para los indígenas desde los 65.
"No puede ser trato igual entre desiguales. No vamos a quitar ningún programa, ni Procampo, ni Oportunidades, ¡nada de eso! Al contrario, habrá más programas de beneficio para el pueblo. Voy a hacer un acuerdo con todos los trabajadores de México, con los maestros, los trabajadores del ISSSTE, del Seguro Social, de la CFE, con los de Pemex, con todos, y no van a ser ellos rechazados o excluidos cuando se estén elaborando los programas que tienen que ver con su fuente de trabajo."
Al concluir la concentración en Villahermosa, el candidato presidencial fue entrevistado por el periódico promadracista de la familia Cantón Zetina, Tabasco Hoy, publicación que por años se ha dedicado a atacarlo sistemáticamente, y en muchos de los casos a denostarlo.
Más noche, en el lobby del hotel Hyatt de Villahermosa, Roberto Albores Guillén, ex gobernador de Chiapas, y conocido como El Croquetas, esperó al candidato presidencial de la coalición Por el Bien de Todos con objeto de reiterarle su interés de sumarse a su causa.
Desde hace dos semanas, el ex gobernante ha buscado, en acuerdo con César Chávez, diputado del PRD, a López Obrador, sin éxito, y ayer en Villahermosa dijo que su presencia obedecía a la firma del acuerdo de Comitán que impulsa Juan Sabines, candidato al gobierno de Chiapas. Al preguntarle si se sumará al lopezobradorismo, respondió: "aún sigo en el PRI".