Culpa el gobierno a rebeldes tamiles y lanza ofensiva
Autobús en Sri Lanka, destrozado por dos minas; más de 60 muertos
Ampliar la imagen Un hombre lamenta la pérdida de familiares a consecuencia del estallido de dos minas que destrozaron el autobús en que viajaban Foto: Reuters
Colombo, 15 de junio. Al menos 64 personas murieron hoy en Sri Lanka al explotar dos minas al paso de un autobús repleto de pasajeros en la región noreste de la isla, del cual el gobierno responsabilizó a los rebeldes de Tigres para la Liberación del Eelam Tamil (TLET), y lanzó una ofensiva área contra el movimiento separatista.
Los TLET condenaron el atentado, rechazaron implicación alguna en el mismo, y denunciaron que el gobierno lanzó ataques aéreos sobre la nororiental localidad de Kilinochchi, que, aseguraron, dejaron víctimas.
Los TLET luchan desde hace 30 años por la autonomía del noreste de la isla, de mayoría tamil, mientras que el resto de Sri Lanka es cingalés.
El autobús transportaba a unos 150 campesinos a la ciudad de Kebitigollewa, municipio del distrito de Anuradhapura. Del total de víctimas mortales, 58 perdieron la vida en la explosión; otros seis murieron al llegar al hospital, y 40 personas resultaron heridas.
Entre los fallecidos hay al menos 15 niños. "Yo perdí a toda mi familia", dijo un hombre, mientras buscaba entre los cuerpos a sus familiares.
Tras la explosión del autobús, el ejército lanzó en represalia ataques aéreos y de artillería contra posiciones tamiles en el noreste, especialmente sobre la ciudad de Mullaittivu, bastión de los rebeldes tamiles.
El portavoz gubernamental dijo que con este "brutal atentado" la LTTE quiso fomentar las tensiones entre la minoría tamil y la mayoría cingalesa de Sri Lanka para apoyar sus demandas de un Estado separado.
En febrero de 2002, los separatistas tamiles y el gobierno firmaron una tregua, bajo la égida de Noruega, pero las negociaciones quedaron rotas en abril de 2003. La semana pasada, Noruega anunció que reconsiderará su papel de mediador en el conflicto después del fracaso de las negociaciones que trató de organizar en Oslo, y culpó a los separatistas del fracaso.
Al menos 760 personas han perdido la vida desde diciembre pasado en Sri Lanka en el contexto de la escalada de la violencia vinculada al conflicto separatista, que dejó más de 60 mil muertos desde 1972.
Estados Unidos condenó la explosión que, sostuvo, "tiene la firma" de los separatistas tamiles y llamó a detener la violencia y a reanudar las negociaciones.