Más tarde le ofrece disculpas personalmente
Bush se mofa del look de un periodista que está casi ciego
Ampliar la imagen En un jardín de la Casa Blanca, el reportero de Los Angeles Times, Peter Wallsten, preguntó el miércoles a George W. Bush sobre la filtración de la identidad de una agente de la CIA, a lo que el presidente respondió con bromas por sus lentes oscuros en un día nublado, sin saber que el periodista padece una enfermedad que lo tiene casi ciego Foto: Reuters
Washington, 15 de junio. El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, se disculpó personalmente con el reportero Petter Wallsten, del diario Los Angeles Times, a quien hizo una broma en la conferencia de prensa del miércoles por llevar lentes oscuros, sin saber que el periodista está casi ciego por sufrir una enfermedad y debe proteger sus ojos de la luz.
Wallsten tomó con humor el malentendido y dijo que sólo lamentaba que Bush no hubiera respondido a su pregunta que era a respecto de lo que el mandatario sabía sobre la filtración desde su gobierno de la identidad de la agente de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), Valerie Plame.
"¿Va a hacer esa pregunta con los lentes oscuros puestos?", preguntó juguetonamente Bush a Wallsten, quien ofreció quitárselos. "No, estoy interesado en ese look; en serio", continuó el presidente antes de señalarle, con razón, que no había sol.
A esto Wallsten respondió: "Creo que todo depende de su perspectiva". "Touché", concluyó Bush, todavía bromeando y empleando el vocablo en francés con que los esgrimistas indican a su contrincante que han logrado tocarlo con el florete.
Tras ser informado de la enfermedad de Wallsten, Bush se disculpó con el periodista. "Dijo que lo sentía mucho, que no sabía y que se sentía mal por haber bromeado", indicó Wallsten. "Le dije que no tenía que disculparse, que no me ofendí". Aparentemente, Bush le dijo que "molestarlos es una muestra de afecto hacia ustedes", a lo que el periodista respondió que él quiere ser tratado por el presidente como el resto de sus colegas. "Prometo molestarlo de otra manera", le aseguró Bush.
Rupert Cornwell, corresponsal de The Independent en Washington, comenta que las bromas de Bush y el tratar de parecer "un hombre común y corriente", es una de las principales armas del mandatario estadunidense.
Pero señala que no es un secreto que el presidente desprecia a la prensa; y que su hábito de bromear y poner apodos a los periodistas bien puede interpretarse como una forma tanto de halagar a los reporteros al mostrarles familiaridad, como de afirmar su poder impunemente, pues es un hecho que los periodistas no están en posición de responder a estas supuestas muestras de confianza sin parecer groseros o faltos de sentido del humor.
Cornwell asegura que recientemente Bush usó a un periodista radiofónico para repetir el viejo chiste de que éste "tenía un rostro ideal para la radio". Al responder a un periodista que sustituía al reportero habitual de la fuente, el presidente señaló: "No está mal la pregunta, para ser del suplente".
El corresponsal de The Independent señala que es imposible saber si los periodistas se sienten insultados o halagados por el comportamiento de Bush.