Robben anotó el único gol al minuto 18 y se convirtió en la pesadilla de la zaga
Ajustada victoria de Holanda ante un rocoso Serbia y Montenegro
Los de la doble nación tendrán que esperar por su primer triunfo en un Mundial
Ampliar la imagen Savo Milosevic (izquierda) y su compañero Mateja Kezman impiden el remate de Andre Ooijer (13) * Ap
Leipzig, 11 de junio. Liderado por un incansable Arjen Robben, el juego alegre de Holanda se impuso 1-0 al rocoso concepto futbolístico de Serbia y Montenegro, en el debut de ambos equipos en el Mundial de Alemania 2006.
El gol holandés llegó a los 18 minutos tras culminar el extremo del Chelsea, el mejor jugador del partido, una escapada en velocidad a pase de Robin van Persie, para júbilo de los miles de aficionados holandeses que teñían de naranja las gradas del estado de Leipzig, con 37 mil 216 espectadores.
Mientras los campeones de Europa de 1988 empatan en la primera posición del letal grupo C con Argentina, el equipo de la "doble nación" se enfrentará el viernes en Gelsenkirchen a los sudamericanos en un partido de todo o nada.
La Naranja Mecánica tendrá como rival en el segundo encuentro a Costa de Marfil, en Stuttgart.
El juego se planteaba como un duelo de estilos. Los finos y ofensivos holandeses frente a los rocosos serbomontenegrinos, que en toda la clasificación apenas habían admitido un tanto, el que les hizo España en Madrid.
El guión prestablecido se cumplió desde el principio, con los holandeses llevando a la
práctica las ideas ofensivas de su
entrenador, Marco van Basten, quien puso en el campo a un equipo de clase internacional.
Mediocampo naranja
Wesley Sneijder, del Ajax Amsterdam, controlaba el centro del campo, mientras un tridente formado por los jugadores de la Liga Premier, Rudd van Nistelrooy, Robin van Persie y Robben se encargaba del ataque.
La conexión funcionó enseguida y Robben pronto se convirtió en la pesadilla constante de los expeditivos defensas serbios. Tras el gol, el delantero pronto volvió a probar al portero Dragoslav Jevric, único montenegrino del equipo, con un fuerte disparo desde 20 metros. Y 15 minutos después demostró que también sabe tirar con la pierna derecha, aunque su lanzamiento seco desde 18 metros se fue rozando el poste.
El técnico balcánico, Ilija Petkopvic, intentó revertir la situación con más poder ofensivo antes del final del primer tiempo, con la entrada de Ognjen Koroman, que se mostró incisivo, pero sin efectividad.
En la segunda mitad, los serbomontenegrinos tampoco crearon mucho más peligro, pese a la entrada del gigante Nicola Ziugic o de Danijel Ljuboja, quienes sustituyeron al desafortunado Savo Milosevic y al desaparecido Mateja Kezman.
La desesperación serbia se plasmó en el empujó que Zigic dio al portero holandés Edwin van der Sar en la búsqueda de un balón imposible. Los serbomontenegrinos tendrán que esperar su primera victoria, y última como equipo conjunto, en un Mundial.