Usted está aquí: lunes 12 de junio de 2006 Economía México SA

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Carlos Fernández-Vega

Provechosos resultados de 8 meses de Calderón en Energía

Sobre la mentirijilla 3580 de los panistas y el cuñado incómodo

Ampliar la imagen Juan Camilo Mouriño, ex cabeza visible del PAN en Campeche, es propietario del Grupo Energético del Sureste, que opera 38 gasolineras en Campeche, Tabasco y Quintana Roo, además de ser dueño de Transportes Especializados Ivancar, al servicio de Pemex Refinación FOTORoberto García Ortiz

De la mano del cuñado incómodo brotan nuevos elementos para poner en tela de juicio no sólo las enguantadas "manos limpias" de Felipe Calderón, sino la calidad moral de sus colaboradores más cercanos, cuya historia más reciente va de la mano de Feliproa, la Secretaría de Energía y Petróleos Mexicanos.

Mientras el candidato panista apremiante y unilateralmente ha dado por "aclarada" la jugosa relación entre su cuñado incómodo y los contratos públicos en tiempos del "cambio", dos de sus más cercanos colaboradores interpretaron un verdadero tango a la hora de documentar los prósperos negocios -posibles con la decidida intervención de ciertas "manos limpias"- de Diego Hildebrando Zavala con el erario.

Su fugaz estancia en la Secretaría de Energía -alrededor de ocho meses- no fue obstáculo para que Felipe Calderón nombrara a Juan Camilo Mouriño como subsecretario de Electricidad de la propia Sener, y a Carlos Nava Vázquez, hasta entonces abogado general de Petróleos Mexicanos, como director de Asuntos Jurídicos en la propia dependencia de la que Feliproa fue efímero titular. Ahora, el primero de los citados es coordinador operativo de la campaña felipista, y el segundo, secretario general adjunto y vocero del Comité Ejecutivo Nacional panista.

Tales nombramientos y sus secuelas no tendrían mayor relevancia, si no fuera por varios elementos que parecen coincidir con el "aclarado" asunto del cuñado incómodo.

Juan Camilo Mouriño, ex diputado federal que presidió la Comisión de Energía, ex cabeza visible del PAN en Campeche y candidato fallido por la alcaldía de la ciudad capital de dicho estado, es hijo de un inmigrante español, Carlos Mouriño Atanes, surgido de la chistera como uno de los grandes magnates de aquella entidad, con especialidad en el renglón energético y los contratos con Petróleos Mexicanos.

Propietario del Grupo Energético del Sureste, que opera 38 gasolineras en Campeche, Tabasco y Quintana Roo, Mouriño Atanes también es dueño de Transportes Especializados Ivancar, que "está al servicio" de Pemex Refinación, amén de atender a otros clientes y a sus propias estaciones de servicio. También acapara en esa zona de la República las franquicias de comida chatarra y otros jugosos negocios.

En su tierra natal recién adquirió el equipo Celta de futbol, por la módica cantidad de 6 millones de dólares, aproximadamente. Sobre el particular, la prensa española ha reseñado que "su vuelta a Vigo se lleva a cabo tras dejar a cargo de sus negocios a dos de sus hijos en México, ligados ambos a la política en posiciones cercanas al presidente Vicente Fox".

Pero no todo es business. Se ha dado tiempo para cosas más creativas, y en el año 2000 dedicó tiempo, dinero y pasión a la política, al ser cabeza visible de Amigos de Fox en Campeche. Será por eso que le quedó el gusto, y en septiembre de 2005 invirtió en la precampaña de Feliproa. La crónica de entonces señala: "Felipe Calderón, también aspirante a la candidatura panista para la Presidencia de la República, efectuó una gira proselitista por Campeche acompañado por el gobernador de Jalisco, Francisco Ramírez Acuña, y al menos nueve delegados de dependencias federales... En la capital, dominada por el PRI, el común denominador fue el acarreo de simpatizantes en vehículos del Grupo Energético del Sureste, consorcio gasolinero propiedad de la familia del campechano-español Juan Camilo Mouriño, su coordinador de campaña".

César Nava Vázquez dejó la diputación panista para subirse al presupuesto de Pemex; de allí brincó a la Sener junto con Felipe Calderón. Hoy es vocero y secretario general adjunto del blanquiazul, y defiende a su candidato y a los haberes del cuñado incómodo. Sin embargo, de negocios y contratos con Petróleos Mexicanos sabe lo suyo. Por ejemplo, de ciertos asuntos no muy transparentes de Pemex Refinación en Coatzacoalcos, Veracruz, o del oneroso convenio laboral firmado entre Petróleos Mexicanos, en tiempos de Raúl Muñoz Leos, y la dirigencia del sindicato petrolero, con Carlos Romero Deschamps como principal beneficiario.

Junto con Felipe Calderón, estos dos personajes no dejan de presumir sus "manos limpias", y los tres aseguran que los negocios marca Diego Hildebrando Zavala por demás son legales y cristalinos, aunque la tercia tengan parientes metidos en el sector energético o estén asociados con la oscura tradición de "hacer bien las cosas" a costillas del erario.

Las rebanadas del pastel:

Para Diego y asociados, con los atentos saludos de los lectores: "sobre la mentirijilla número 3580 de los panistas y el cuñado incómodo (asegurar que PMI Comercio Internacional no es una empresa estatal), valdría la pena que echaran un ojo al Diario Oficial de la Federación del 14 de agosto de 2003, en el que la Secretaría de Hacienda relaciona las empresas paraestatales del gobierno federal; en la página 10, primera sección, aparece con el número 124 el citado consorcio como una empresa de participación estatal mayoritaria dependiente de la Secretaría de Energía. Si de a tiro no van a reconocer lo que ellos mismos aprueban, entonces sí estamos fritos".

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