Presentan libro-catálogo de su muestra en ese recinto
Evocación en San Ildefonso de Anguiano como amigo y artista
La presentación del catálogo/libro de la exposición Raúl Anguiano: 1915-2006, que versa sobre una primera época del creador en su faceta de retratista, que se exhibe en el Antiguo Colegio de San Ildefonso, fue el pretexto para recuperar como amigo, compañero y artista al pintor y muralista fallecido el pasado 13 de enero.
El espacio para la charla informal, conducida por la titular del recinto, Paloma Porraz, fue el Anfiteatro Simón Bolívar, en cuyo escenario se colocaron sillones para los participantes.
Así, el dibujante y grabador José Luis Cuevas recordó que cuando era muy joven, por medio de artículos en el suplemento México en la Cultura, atacaba a todos los representantes de la Escuela Mexicana, textos que contribuyeron a que ''hubiera un cambio dentro del arte nacional, pero sin dejar de conocer a los buenos artistas", que eran "excelentes dibujantes".
Pero, pasados los años Anguiano y Cuevas coincidieron en Guanajuato para un encuentro sobre Cervantes, organizado por el publicista Eulalio Ferrer. Allí ''platicando, platicando" se inició una amistad.
De acuerdo con Cuevas, el muralista se sorprendió al saber que cuando el primero tenía 14 años compró un pequeño libro publicado por la editorial Anáhuac sobre Anguiano, con un prólogo de Justino Fernández, del que el dibujante había memorizado cada una de las ilustraciones.
Luego, se volvieron compañeros de festejos al enterarse que ambos, junto con Ferrer, habían nacido en ''tres diferentes 26 de febrero".
El pintor de la dignidad
Beatriz Vidal, curadora de la exposición, platicó cómo se fue integrando a la vida íntima de quien llegó a ver como segundo padre, y su esposa Brigita, ''mi mejor amiga". Recordó que el pintor le había pedido que su exposición fuera algo diferente, con obra que nunca había salido de las manos de los coleccionistas, como Redes y Cristo sangrante. Cabe apuntar que 82 de las obras son propiedad del artista.
''El pintor de la dignidad" fue como el investigador Ricardo Pérez Escamilla se refirió al fallecido artista. Explicó: ''Anguiano tenía una ideología muy firme respecto de la igualdad de los hombres, al apoyo a los pobres, a la consagración del trabajo como la fuerza fundamental que nos hace progresar. Nunca claudicó de sus principios socialistas. Su obra siempre tiene un mensaje social".
Esto es ''un mundo feliz para los pobres, donde viven con dignidad. Dejó un documento de una vida en que había tanta pobreza, o más de la que hay ahora, pero el pobre tenía un lugar en la sociedad. Y el pobre era un ser digno en todas las manifestaciones de su vida".