Llaman obispos a mexicanos a no distraerse con el futbol
Normal, desbordamiento de pasiones en campañas: CEM
La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) consideró normal el "desbordamiento de pasiones" que se vive entre los partidos políticos a unos días de la elección presidencial, y confió en la "capacidad, la visión y la calidad moral" de las tres (principales) fuerzas políticas y de las instituciones del país para evitar un problema poselectoral que sólo dañaría a México.
El organismo católico detalló que uno de los pendientes, a transformar mediante el sufragio, es pasar del "sistema autoritario a uno democrático participativo", el cual -comentó-, para la Iglesia católica no se realiza en una elección, mucho menos concluye con el proceso de 2006.
Entrevistado en Roma, el secretario general de la CEM, Sergio Aguiar Retes, explicó que lo cerrado de las campañas entre los candidatos a la Presidencia de la República ha generado la politización de la sociedad y la "expectativa real" de un conflicto, pero aseguró que en el país se cuenta con instituciones para dirimir problemas de ese tipo.
Dijo que es positivo que los procesos políticos sean oportunidad para tomar conciencia de la importancia de las elecciones, a diferencia del pasado, cuando "con un partido en el poder, no se promovía la participación".
El prelado agregó que la preocupación actual en diversos sectores sociales, como la Iglesia católica, que realiza "talleres de fe y política, es que la gente participe, tome posiciones y haga suyos su responsabilidad y su derecho".
Por otra parte, ante la eventual "distracción" de los mexicanos por el inicio del Mundial de Futbol en Alemania, la CEM llamó a la sociedad a "no bajar la guardia y estar atentos y exigentes" sobre el rumbo de las campañas, para "reflexionar" sobre las propuestas políticas de los candidatos, "que son las que finalmente marcarán el futuro de México para las siguientes generaciones".
Asimismo, celebró que las personas festejen el inicio de los encuentros deportivos, pero pidió que esto no "quite nuestra obligación como ciudadanos de estar pendientes de los acontecimientos políticos, económicos, sociales y religiosos que se están suscitando".