El ballet de Andalucía presentará El romancero gitano y Viaje al sur, en Guadalajara
Cristina Hoyos: el engrandecimiento del flamenco, por llevarlo a los teatros
Sevilla, 5 de junio. Una de las tradiciones andaluzas más reconocidas en el mundo es el flamenco, y su principal representante, el Ballet Flamenco de Andalucía, bajo la dirección de Cristina Hoyos, acudirá a la próxima Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, en noviembre, con los espectáculos El romancero gitano, con textos de Federico García Lorca, que se estrena en la ciudad de Granada este julio durante el festival dedicado al poeta, y Viaje al sur.
El flamenco ''es un arte maravilloso que nace en Andalucía; aquí es donde está el manantial, es donde está la fuente, es una forma de vida. Hay familias que están bailando, cantando, desde que empiezan su vida, desde la mañana están bailando. Lo que pasa es que después hay que adquirir una técnica, ponerla en el escenario y mostrarla al mundo. Hay quienes se oponen a que esté en los escenarios, pero los propios artistas no quieren bailarlo con el público cerca: quieren bailar en el escenario porque notan ese silencio, ese respeto y creo que lo que ha engrandecido al flamenco es que cada vez se presenta más en los teatros del mundo", expresa Cristina Hoyos, cuya biografía prepara el escritor José Manuel Suárez Japón y se prevé que esté lista para presentarla en la FIL.
El Ballet Flamenco de Andalucía, integrado por siete hombres y siete mujeres además de su directora, los músicos y los técnicos, ''tiene sus raíces; intentamos no olvidarlas nunca, pero también vamos con el tiempo. Hacemos cosas con toda su raíz pero a la vez frescas y modernas, tal vez no con un salto grandísimo, pero creo que nunca se debe olvidar que se está bailando flamenco. No queremos quedarnos atrás por eso lo que tiene que ver con las luces, con la coreografía, son cosas modernas, son frescas", pero al mismo tiempo se mantiene la esencia de este baile: ''lo importante es que emocionemos al público".
Es cierto, reconoce la bailaora, que la técnica es importante, sin embargo advierte que nunca hay que ponerla por encima del sentimiento ni del arte. ''La técnica da al bailarín la libertad para expresarse, pero jamás hay que ser más técnico que artista."
Fusionar, pero con talento
En los años recientes el flamenco ha ganado mucho: era más anárquico, pero con la técnica se ha engrandecido, aunque también se ha generado un movimiento que se basa en la fusión y la experimentación.
Al respecto, Cristina Hoyos afirma: ''no estoy contra las fusiones, pero muchas veces se tiende a confundir al público. Creo que hay que ir a la búsqueda de cosas, inclusive hay que fusionar porque el flamenco ha nacido de diversas culturas, pero nosotros ya tenemos un flamenco. Hay que tener mucho talento para fusionar; mezclar, pero si se pone la palabra flamenco, tiene que sonar como flamenco".
José Carlos Plaza, director escénico de El romancero gitano, subraya que este baile está ante dos caminos: el de los que están investigando, aunque son muy criticados, y el flamenco de toda la vida, ''que es el grito y el alma de todo un pueblo que es el mío y es mi vida, que sale del alma nuestra. Con todo, el flamenco vive uno de los mejores momentos, porque esa lucha a muerte entre tradición y experimento da luz enorme sobre el flamenco".