Acusa de complicidad a las autoridades de Veracruz
Ecologista se crucifica para denunciar daño a manglares
Ampliar la imagen Sergio Vargas, quien dijo ser simpatizante de Greenpeace, se crucificó en protesta por el ecocidio en Veracruz e inició una huelga de hambre Foto: Horacio Zamora
Veracruz, Ver., 5 de junio. Un anciano simpatizante de la organización ecologista Greenpeace se crucificó en el centro histórico de esta ciudad para protestar por el ''silencio cómplice'' de los tres niveles de gobierno ante la destrucción de bosques y manglares en Veracruz y la contaminación de ríos y sistemas lagunarios.
Además acusó al empresario constructor Valentín Ruiz Ortiz de haber arrasado con más de 100 hectáreas de manglares en Boca del Río con el propósito de construir el complejo habitacional El Dorado.
Desde las 9 de la mañana, Sergio Manuel Vargas Mortera, de 60 años, se instaló en la avenida Independencia, la principal arteria del centro histórico del puerto y, con ayuda de un médico, se clavó a una cruz de madera.
Advirtió que se mantendrá en huelga de hambre hasta que las autoridades municipales, estatales y federales se comprometan a ''sacar del archivo'' las denuncias por daños ecológicos.
Este acto, dijo, tiene el objetivo de recriminar al gobierno federal; al mandatario estatal, Fidel Herrera Beltrán, y a los alcaldes veracruzanos, principalmente los del puerto y Boca del Río, los panistas Julen Rementería y Francisco Gutiérrez de Velasco, respectivamente, su desidia para atender los problemas ambientales.
Comentó que pese a que Veracruz es rico en reservas ecológicas, sigue siendo devastado mientras ''los gobernantes guardan un silencio cómplice. Tengo treinta años de hacer denuncias, de buscar apoyo en diferentes dependencias, pero nunca me han escuchado. A ver si crucificado me atienden y se para el ecocidio'', agregó.
Vargas Mortera puso como un ejemplo ''inmediato y muy grave'' la destrucción de zonas de manglares en Boca del Río y Alvarado, donde la protección de reservas ecológicas se ha sacrificado a los ''caprichos'' de empresarios como Valentín Ruiz Ortiz, quien construye el fraccionamiento El Dorado, que será el complejo habitacional más lujoso del estado.
''Este señor es un chacal. Ha destruido más de 100 hectáreas de manglar para edificar casas de lujo a costa de la riqueza natural, y las autoridades se lo han permitido'', denunció.
A esta protesta, en el Día Mundial del Medio Ambiente, se unieron las demandas de ecologistas de la región selvática de Los Tuxtlas, quienes exigieron que se ponga un alto a los talamontes.