El foro consultivo planea entregarlo a candidatos
Elaboran proyecto científico similar a políticas de Parada
Ampliar la imagen José Luis Fernández Zayas, encargado del foro consultivo Foto: Archivo
El Foro Consultivo Científico y Tecnológico, a cargo de José Luis Fernández Zayas, ha hecho circular entre investigadores y miembros de la comunidad científica un proyecto para establecer bases para una política de Estado en ciencia, tecnología e innovación, cuyo propósito final será entregarlo a los candidatos presidenciales.
Sin embargo, el proyecto apuesta al continuismo de las políticas implementadas por Jaime Parada, destituido del Conacyt ante el descontento de la comunidad científica del país, al apostar al desarrollo tecnológico y la investigación aplicada, haciendo a un lado las ciencias básicas, así como las ciencias sociales y humanidades, y subrayando la dependencia de la investigación a los requerimientos del mercado.
Por ejemplo, los objetivos estratégicos y las líneas de acción se centran en una visión de país con un desarrollo económico basado en el conocimiento y en la preservación del medio ambiente; un perfil productivo donde destaquen las capacidades tecnológicas en sectores estratégicos como agua, energía, "Micro Electronic Machines" (en inglés en el original), nanotecnología, biotecnología, tecnologías de información y comunicaciones, "y ramas con ventajas reveladas o adquiridas, y sectores que atienden necesidades básicas; un sector productivo y empresarial competitivo que contribuya al desarrollo regional, con una alta presencia de Pymes en condiciones de involucrarse en una dinámica innovadora; empleos bien remunerados; un desarrollo social que satisfaga las necesidades básicas de alimentación, salud, educación y vivienda, y una amplia integración de las potencialidades de la diversidad cultural".
Este documento es el resultado de una serie de seminarios realizados por el foro en 2005, en los tiempos de Jaime Parada como director del Conacyt, y fue coordinado por la doctora Gabriela Dutrénit, y en él participaron Mario Capdeville, de la UAM; Rosalba Casas, de la UNAM, Daniel Malkin, del Banco Interamericano de Desarrollo (BID); Martín Puchet, también de la UNAM; Luis Sanz, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de España, Morris Teubal, de la Universidad Hebrea de Jerusalén; Kurt Unger, del Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE), y Alexandre Vera-Cruz, de la UAM.
El documento señala que las líneas de acción deben procurar el mejor funcionamiento de los mercados, un apalancamiento mutuo entre inversiones privadas y públicas en investigación y desarrollo, el reforzamiento del sistema de ciencia, tecnología e innovación, y la mejora de la acción del gobierno. Y detalla: "focalización de la formación de recursos humanos de alto nivel -doctores e investigadores- tanto en México como en el extranjero hacia las áreas científico-técnicas prioritarias -mencionadas en el párrafo anterior-, promoviendo posgrados conjuntos entre los sectores académico-productivo y empresarial, así como fortaleciendo el programa de becas mixtas".
Además, otorgar mayor impulso a la masa de profesionales en las áreas de ingeniería y tecnología, incluyendo la capacitación técnica y posprofesional, mediante la promoción de acuerdos gobierno -instituciones de educación superior (IES)- sector productivo y empresarial, así como el fomento de su inserción laboral en este último sector; fomento de la movilidad de recursos humanos en ciencia y tecnología entre academia y sector productivo y empresarial, y entre regiones, por medio de una reforma regulatoria y de incentivos. También la repatriación de investigadores mexicanos residentes en el extranjero, reclutamiento de no nacionales en áreas estratégicas, estancias posdoctorales y apertura de nuevas plazas orientadas a la renovación generacional.
El foro propone que el gobierno de México, apoyado por la sociedad, debe promover un cambio en la concepción de las relaciones entre ciencia y tecnología por un lado, e innovación por otro, y que se requiere tanto incrementar las inversiones en esas actividades para desarrollar las capacidades científicas y tecnológicas nacionales como fomentar la innovación en el sector productivo y empresarial.
Pero advierte que esto sólo será posible si se transforman "radicalmente" las organizaciones de investigación científica, se desarrollan nuevos incentivos y canales para que interactúen con el sector productivo y empresarial, se crea una "nueva cultura institucional sobre el papel de la ciencia y la tecnología en las universidades", y se "consolida una cultura de innovación en las empresas".