Ciudad Perdida
El candidato de las uñas largas
Sobresueldos camuflados, en Tlalnepantla
Al descubierto, ingeniería financiera panista
Ahora resultó que el autollamado candidato de las "manos limpias" tiene las uñas bastante largas y muy sucias. Felipe Calderón y la gente de su partido, el PAN, meten las uñas para apropiarse indebidamente (podría llamarse robo) de los dineros que el ayuntamiento de Tlalnepantla -cuando menos ese- paga a sus empleados de menor rango, ya que a los jefes no se les toca ni un centavo a sus ingresos.
La información hecha pública en la edición del domingo de La Jornada por el periodista Jaime Avilés descubre lo que probablemente sea una red que lava recursos del erario, para sostener la muy evidente y extraordinariamente cara campaña del ahora candidato de las uñas largas: Felipe Calderón.
Se trata, como seguramente usted ya leyó, de un bono de actuación que el gobierno del municipio mexiquense de Tlalnepantla otorga a sus empleados como un supuesto reconocimiento al trabajo bien hecho, pero en realidad no es más que una farsa porque ese sobresueldo, por llamarlo de alguna manera, va a parar, casi en su totalidad, a la campaña del candidato presidencial panista.
Desde muchos puntos se había investigado de dónde salen los millones que dilapida el PAN en la campaña actual por la Presidencia de la República, y pocos datos concretos se habían obtenido. Y es que, por ejemplo, en la operación descubierta los trabajadores del municipio cobran ese sobresueldo y una parte muy importante de él lo entregan en mano, sin recibo de por medio y en efectivo, a quienes después lo integran a los fondos que sostienen la carrera de Calderón.
Es decir, no queda huella de ese dinero, es como si los empleados lo hubieran gastado en cualquier cosa. No existía, por tanto, manera de probar que las cantidades millonarias fueran a parar a los bolsillos de los panistas. Esto a todas luces es un blanqueo de recursos y el Instituto Federal Electoral, y las autoridades a quienes corresponda, deberán tomar medidas urgentes, cuando menos para frenar esto que parece un acto ilícito.
En abono de lo anterior, no está de más mencionar que el Partido Acción Nacional gobierna en 538 municipios del país y tiene en su poder 10 gubernaturas.
Decíamos entonces que hasta el jueves pasado no había pistas de la procedencia de los dineros que llegaban a la panza de las arcas panistas, pero ese mismo día, en Polanco, un grupo de policías del Distrito Federal detuvo una camioneta de lujo con vidrios polarizados y placas del estado de México, en la que viajaba Víctor Manuel Piñones Triana, quien dijo ser el coordinador de finanzas de la campaña del candidato panista a senador, Ulises Ramírez.
El vehículo, una Suburban negra, estaba equipada con un barra de luces color ámbar, estrobos y un gran equipo de sonido, pero además transportaba más de cien mil pesos en efectivo y tres computadoras con la información que ya fue dada a conocer por este diario.
De una de esas computadoras, en manos de la Procuraduría General de la República, se pudo extraer la información que descubre los manejos financieros de Acción Nacional, tal como lo describe Avilés en la noticia publicada.
De las otras dos máquinas no se sabe nada, pero es de suponer que también contenían información importante porque Piñones Triana, según testigos, trató de defenderlas a toda costa. Es más, se dice que los más de cien mil pesos en efectivo les fueron ofrecidos a los policías con tal de que las computadoras no fueran tocadas.
Lo que sigue ahora es que la PGR deberá dar a conocer, cuanto antes, qué más había en la memoria de las máquinas, y tendrá que abrir una investigación para poner en claro eso que algunos llaman técnicamente desvío de fondos, pero usted le puede decir como mejor le plazca. Por lo pronto, al candidato de las "manos limpias" urge cortarle las uñas. Ni modo.