Admite el ejército de EU haber matado "por error" a tres civiles en un entrenamiento
Mueren en jornada violenta 46 iraquíes
Se investigará la matanza en Haditha, reitera Washington ante ola de críticas del Congreso
Ampliar la imagen Ancianos, adolescentes y niños se contaron ayer entre los 24 civiles que murieron en un falso retén militar instalado por rebeldes al norte de Bagdad Foto: Ap
Bagdad, 4 de junio. La violencia provocada por la guerra en Irak cobró hoy la vida de 46 personas, de las cuales, 24 eran civiles; en tanto, la policía descubrió una veintena de cadáveres en el norte de esta capital.
A su vez, el ejército estadunidense admitió que sus fuerzas mataron "por error" a tres civiles iraquíes durante un ejercicio de tiro el viernes al norte de Bagdad.
El reporte se conoce en momentos en que las fuerzas estadunidenses enfrentan acusaciones por la muerte de civiles iraquíes, la más grave, relacionada con el asesinato de 24 civiles en Haditha el pasado 19 de noviembre, condenada nuevamente por influyentes legisladores, lo que obligó al gobierno de George W. Bush a reiterar que la matanza será investigada.
En la acción más violenta de esta jornada en Irak, la policía dijo que un grupo de hombres armados colocó un retén falso cerca de Udhaim, al norte de Bagdad, detuvo a los vehículos que se aproximaban a la pequeña localidad y mató a 24 personas.
Entre las víctimas había estudiantes, niños y ancianos, dijo la policía de la provincia de Diyala, escenario de frecuentes ataques de los insurgentes que pretenden derrocar al gobierno chiíta respaldado por Estados Unidos.
En el sur, un grupo sunita acusó a las fuerzas de seguridad de Basora de matar a 12 fieles desarmados en una mezquita esta mañana, pero la policía indicó que respondió a los disparos que les hicieron, con lo que abatieron a nueve insurgentes.
Al menos otras 14 personas, entre ellas un efectivo estadunidense, fallecieron en ataques cerca de las norteñas Baquba, Kirkuk, el barrio chiíta Ciudad Sadr, en la capital iraquí, y en otros puntos más al norte de Bagdad. Además, los cuerpos de 20 ejecutados con signos de tortura fueron descubiertos en la capital.
En otro incidente reportado por las fuerzas invasoras, se indicó que soldados del ejército iraquí detuvieron a 19 "terroristas" durante un operativo realizado el sábado al este de la capital.
Uno de los detenidos "dijo que tenía problemas para respirar" y murió de un ataque el corazón, agregó el texto.
Al reconocer la muerte "por error" de tres civiles el viernes pasado, el ejército invasor explicó que durante un entrenamiento, una unidad de infantería realizó disparos y uno de los proyectiles cayó sobre unas casas en la localidad de Hibhib, al norte de la capital iraquí.
"Tres personas murieron y otras tres resultaron heridas en el accidente que además provocó daños en seis hogares", indicó el ejército estadunidense, y agregó que se inició una investigación.
Las fuerzas estadunidenses se enfrentan a acusaciones por la muerte de civiles iraquíes, especialmente por la matanza de Haditha, que se conoció apenas en marzo pasado cuando fue denunciada por la revista Time.
"¿Había gente que sabía y mintió? ¿Había gente que debió saber más e investigar más? ¿Hubo gente que verdaderamente jaló el gatillo y mató a un niño inocente?", se preguntó el domingo el senador republicano, Lindsay Graham, en la cadena Fox News.
"Todas estas cuestiones van a ser estudiadas. El honor del cuerpo de marines está en juego", aseguró el senador, quien pidió que no sea la prensa la que se encargue de llevar adelante las pesquisas.
La secretaria de Estado, Condoleezza Rice, habló para varias cadenas de televisión el domingo y aseguró que el asunto "preocupa profundamente" al presidente George W. Bush y es tomado en cuenta "en los más altos niveles".
Sin embargo, muchos legisladores invitados a los tradicionales debates televisivos del domingo por la mañana, expresaron dudas sobre la capacidad del gobierno para llevar a juicio a la jerarquía militar, recordando que ningún alto mando fue puesto en manos de la justicia luego del escándalo por torturas a prisioneros iraquíes en la cárcel de Abu Ghraib.
El senador demócrata, Jack Reed, opinó ante las cámaras de Fox News que la clave será ver si el gobierno intenta atribuir toda la responsabilidad "sólo a unos marines", o si en su lugar intenta determinar "si esto se inscribe dentro de un problema sistemático. Este es el verdadero desafío".
De modo general, incluso las voces más críticas insisten en la competencia y la abnegación de los soldados de la coalición en Irak, pero cuestionan la difícil situación en la que los colocó el gobierno de Bush.
"Pusimos a los soldados estadunidenses en la posición más repugnante posible", expresó en la cadena NBC el senador demócrata, Joseph Biden, quien criticó la inexistencia de un plan de ocupación del país, el reducido número de soldados desplegados y la carencia de equipos adecuados.
"Y ahora estos pobres muchachos se encuentran en medio de una guerra confesional", agregó, luego de declarar que está cansado de exigir la dimisión del secretario de Defensa, Donald Rumsfeld.
El contexto "no es excusa" para lo que pasó en Haditha, pero este hecho "no es más que el comienzo, o al menos una fuerte advertencia, del tipo de incidentes que podemos encontrar si permanecemos continuamente" en Irak, estimó el senador Reed.
Por último, el Parlamento iraquí aplazó indefinidamente la reunión prevista para aprobar los nombramientos de los ministros de Interior y de Defensa, a falta de consenso, indicó el jeque Jaled Attiya, vicepresidente del Legislativo.