Preocupante, la cantidad de conflictos sociales previos a los comicios: Global Exchange
Observadores internacionales perciben a un IFE sin la fortaleza de antaño
Aun cuando México ha avanzado sustancialmente en la estructura de su democracia, a diferencia de 2000, en el actual proceso electoral es preocupante la cantidad de conflictos sociales que conforman el entorno en que se habrán de realizar los comicios del 2 de julio, señaló la delegación de observadores electorales de la organización Global Exchange.
Ante los comicios por venir también existen inquietudes en torno al uso de los programas sociales con fines electorales en los tres niveles de gobierno.
En rueda de prensa para anunciar los objetivos de la misión observadora, el director de Derechos Humanos de la organización y responsable de la delegación, Ted Lewis, llamó la atención sobre el hecho de que en el actual proceso electoral no se percibe al Instituto Federal Electoral (IFE) con la misma fortaleza como se le veía en los comicios anteriores. "Hay una percepción de que el IFE no ha estado en el mismo papel de antes".
La delegación de Global Exchange realizará una visita a Oaxaca y San Luis Potosí en los próximos días, en virtud de que la organización mexicana Alianza Cívica -con la que trabajan coordinadamente- ha señalado que en esas dos entidades existen "focos rojos" de cara a la elección, particularmente en cuanto al uso de recursos públicos con fines electorales.
Phillip Low Russell, uno de los miembros de la delegación, señaló que comparativamente con los más recientes procesos electorales en México, la diferencia sustancial es la cantidad de conflictos sociales que se encuentran actualmente en el entorno de la elección: Atenco, Lázaro Cárdenas (Sicartsa) y el activismo de los maestros en Oaxaca, entre otros.
Las prioridades
Por su parte, Carleen Pickard, representante de la Costa Oeste en el Consejo Canadiense, explicó cuáles son las prioridades de la misión de observación: investigar si el 2 de julio los mexicanos podrán votar con entera libertad; indagar si existe utilización de los programas sociales -de los tres niveles de gobierno- con fines electorales; revisar si hay operativos de compra de votos; verificar las denuncias que existen acerca de las campañas sucias de propaganda electoral, e investigar si existen condiciones equitativas en el acceso a los medios de comunicación.
Lewis reconoció que a escala internacional ha descendido el interés en los comicios mexicanos, en parte por los notables avances en nuestra democracia y también por el hecho de que algunas organizaciones han redefinido sus prioridades internacionales por la situación derivada de la condición de guerra en Medio Oriente. Otras motivaciones son que hace meses las encuestas anticipaban que los comicios estaban ya resueltos, lo que ya no es una percepción actual.
Citó el caso del Centro Carter o de la Unión Europea, que no prevén enviar observadores para los comicios actuales. Sin embargo, Lewis manifestó la importancia de preservar la observación electoral en México para evitar retrocesos. México se mantuvo durante más de 70 años dominado por un solo partido político, de ahí que las misiones internacionales contribuyan a evitar retrocesos democráticos.
Finalmente dio a conocer que la misión que llegó a México permanecerá unos días en Oaxaca y San Luis Potosí, ofreciendo un informe el 12 de junio.
Para el día 27 llegará al país una nueva delegación de 22 observadores, que permanecerán hasta el desenlace de los comicios y que trabajarán coordinadamente con la organización mexicana Alianza Cívica.