La guerrilla y la esperanza... logró unir a ex combatientes de los años 70
Presenta Gerardo Tort documental de Lucio Cabañas en festival de Acapulco
Muestra, en 122 minutos, los testimonios de los seguidores del profesor de Atoyac
La falta de justicia ante la guerra sucia, ausente en el trabajo del director, asegura un ex integrante del PDLP
Ampliar la imagen Lucio Cabañas yace muerto el 2 de diciembre de 1974 Foto: Imagen tomada de la revista Para romper el silencio, del Centro de Investigaciones Históricas de los Movimientos Armados, AC
Acapulco, Gro., 2 de junio. La unidad que nunca se logró entre los miembros de los diversos grupos guerrilleros que estuvieron en la sierra de Atoyac en los años 70 al lado de Lucio Cabañas, se consiguió la noche del jueves, en el contexto del Festival de Cine de Acapulco, cuando Gerardo Tort, director del documental La guerrilla y la esperanza: Lucio Cabañas, el cual estrenó ante ex combatientes que fueron presos políticos; algunos, actores del filme de 122 minutos.
Gerardo Tort aborda en este documental -con guión de Marina Stavenhagen- una etapa de la dolorosa y combativa historia del estado de Guerrero, donde la guerra sucia dejó más de 600 desaparecidos, 300 sólo en Atoyac, población donde Lucio Cabañas fue profesor antes de subir a la sierra para sublevarse contra "don Gobierno", representado por el cacique Rubén Figueroa Figueroa.
"Tenía una gran preocupación de que el trabajo estuviera a la altura de la confianza de la cual fuimos depositarios. Era como un doble compromiso: primero, que el documental fungiera como una pieza emotiva; pero también que estuviera a la altura de los que invirtieron su vida. Era muy complicado, y estaba nervioso por la recepción que pudiera tener el trabajo", dijo el director al concluir la proyección.
Los jóvenes de entonces, los sobrevivientes de la guerra sucia, ahora canosos, algunos con kilos de más, ya abuelos, unos más maestros universitarios, vieron el filme y recordaron a los que no están; reconstruyendo lo que ocurrió y lo que pudo haber sido.
Los actores de la guerrilla
Para el ex guerrillero de las Fuerzas Armadas Revolucionarias Arturo Gallegos, ahora trabajador de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG) y actor testimonial, dijo: "es un buen documental; se ajusta más o menos a la realidad. Tiene algo que me gustó: las versiones encontradas de quienes vivimos la guerrilla. Por un lado, la gente de Vicente Vega, y por otro la del Partido de los Pobres (PDLP). La parte que narro es apegada a la realidad, y nunca pensé que pudiéramos aparecer en una película. Quisieron hacer algo más acabado. Sin embargo, me parece estupenda".
Fernando Pineda Ochoa, quien perteneció al Movimiento Acción Revolucionaria, expresó: "conozco a la mayoría de la gente que participa con sus testimonios. A Saúl López de la Torre lo conozco perfectamente, y no estoy de acuerdo en muchos de sus puntos de vista, pero creo que lo expresado en el documental es correcto. Con Mario Salas Ramírez tampoco coincido; pero ese es otro problema. En términos generales el planteamiento del documental es correcto".
Inclusive, el ex guerrillero dice que el material de Gerardo Tort "nos ubica en el sentido de lo que era necesario: la unidad. Si hubiéramos estado unidos, como estamos aquí, hubiera sido más difícil la derrota, o tal vez no hubiéramos sido derrotados".
Nicomedes Fuentes García era un joven estudiante cuando lo encarcelaron; al salir del presidio se integró al PDLP: "a lo largo de más de 30 años se ha borrado en buena parte la memoria histórica; las nuevas generaciones no conocen este movimiento, y me parece muy importante lo que están haciendo Gerardo y Marina".
Asegura que hay una situación que no se toca en el documental: "que hay una gran deuda del gobierno de México hacia la sociedad que fue maltratada en esta etapa de la guerra. Hay muchos familiares que están en condiciones lamentables, que no reciben apoyo. El gobierno llegó, maltrató, desapareció y asesinó, y aún no hay justicia".
Para la maestra universitaria Alejandra Cárdenas, ex militante del PDLP, la película "da un panorama de lo que ocurrió y de las distintas visiones que tenemos del pasado. No es posible tener un panorama único; siempre hablas de la fiesta como te va en ella, de cómo la viste. Cada quien, desde su experiencia, vive historias complementarias, pero distintas".
Recalcó que el filme"pone a la orden del día un problema que se ha estado soslayando: la respuesta a los familiares de los desaparecidos por motivos políticos".
Eloy Cisneros, luchador social y ex preso político, aunque no aparece en el filme, dice que los asistentes a la presentación del documental deberían reunirse para analizar lo que ocurre en el país y en Guerrero, "porque ni los problemas ni la guerra sucia se han terminado, y tenemos que buscar castigo para los responsables de estos hechos".
El ex rector de la UAG en aquellos años, Rosalío Wences, dijo: "es un trabajo importante de recuperación de un momento trascendente de la vida histórica de Guerrero y de México. Las condiciones de pobreza siguen; quizá el elemento de represión política tenga nuevos panoramas (...) la represión quizá esté ahora más atenuada, porque el estado de derecho se ha ido fortaleciendo gracias a esas luchas y a la batalla electoral del pueblo de México. Pero muchas condiciones siguen igual".