Usted está aquí: sábado 3 de junio de 2006 Cultura Diálogo abierto entre Picasso y grandes maestros de la pintura universal

Se inauguró la magna muestra Tradición y vanguardia, en Madrid

Diálogo abierto entre Picasso y grandes maestros de la pintura universal

ARMANDO G. TEJEDA CORRESPONSAL

Ampliar la imagen Masacre en Corea, 1951, obra de Pablo Ruiz Picasso incluida en la colectiva que albergan el Museo del Prado y el Centro de Arte Reina Sofía, en la capital española

Madrid, 2 de junio. Pablo Ruiz Picasso es, sin duda, el artista más relevante del siglo XX, al erigirse en uno de los artífices de la irrupción de las vanguardias y en la transformación del lenguaje pictórico. Su obra es tan vasta e importante como su influencia en el arte contemporáneo, pero también fue un sesudo estudioso de los clásicos y de las técnicas más añejas.

La exposición Picasso: tradición y vanguardia, que se inauguró hoy en el Museo del Prado y en el Centro de Arte Reina Sofía, se planeó para exponer el ''diálogo abierto" entre el pintor malagueño con los ''grandes maestros" de la pintura, como Rubens, Goya, Velázquez y El Greco, entre otros.

Esta magna exposición, compuesta por más de un centenar de obras, se inició con el propósito de recordar al genio español en virtud de tres efemérides: los 125 años de su nacimiento, el 25 aniversario del regreso a España de su cuadro más representativo, Guernica, y los 70 años del nombramiento de Picasso como director del Museo del Prado.

Tiziano, Velázquez, Rubens, Rembrandt

La muestra se erige como una de las más importantes de Picasso en la historia, quizá con la misma trascendencia de la que se montó, en 1981, en el Museo de Arte Moderno de Nueva York y el Centro Georges Pompidou, por su centenario natal.

Sin embargo, Picasso: tradición y vanguardia tiene un cariz distinto, ya que por primera vez se contrapone la obra más importante del artista con la de otros pintores que influyeron en él de manera notable, rasgo que se hace más patente con el diálogo abierto entre las obras.

Para dar cabida a esos ''diálogos pictóricos" se decidió que la exposición constara que dos grandes bloques: el que acogió el Museo del Prado y el Centro Reina Sofía. El recorrido comienza en el primero, en el que se eligieron obras singulares de sus primeras etapas como artista: desde la época azul y rosa pasando por el cubismo, la recuperación del clasicismo de los años 20 y su relación con el surrealismo. Mientras en el Reina Sofía, la muestra se centra en la que sea quizá su obra cumbre, Guernica, en la que se muestra el desasosiego del pintor durante los años más duros de la Guerra Civil y la Segunda Guerra Mundial.

Los comisarios de la exposición, Carmen Giménez y Francisco Calvo Serraller, consideraron que estamos ante un ''hito", en el que además se demuestra la enorme carga conceptual de Picasso y otros grandes genios sobre los desastres de la guerra.

''Según hemos ido analizando -explicaron- las múltiples aportaciones revolucionarias de Picasso, encontramos la evidencia de que, tras ellas, estaba el constante diálogo creativo del artista español con grandes maestros, como Rafael, Tiziano, Rubens, Rembrandt, Poussin, Velázquez, Chardin, David, Goya, Géricault, Delacroix, Puvis de Chavanners, Van Gogh, Gauguin, Seurat y Toulouse-Lautrec."

Quizá el ejemplo más nítido sobre esta comunicación perpetua de la pintura se da en la confrontación de tres obras, expuestas en el Reina Sofía: Los fusilamientos del 3 de mayo, de Francisco de Goya; La ejecución de Maximiliano, de Manet, y La masacre de Corea, de Picasso. Obras que no sólo coinciden en la forma, sino también en la denuncia de las consecuencias de la guerra y en la ''convicción de que las víctimas son al final las vencedoras morales que cualquier guerra, que los protagonistas son integrantes del pueblo anónimo".

Obras nunca vistas en España

En la muestra se pueden ver obras que nunca se habían expuesto en España, como Los tres músicos, que además dialoga con otra obra magna de la pintura española, Los borrachos, de Velázquez.

Para esta exposición conjunta se han logrado préstamos de los recintos más importantes y las mejores colecciones del mundo, como los museos de Arte Moderno y el Metropolitano, de Nueva York; el Guggenheim, de Venecia; la Tate Modern, de Londres; el de Arte, de Cleveland.

Asimismo, el Museo de Arte, de Filadelfia; el Hermitage, de San Petersburgo; los museos Picasso, de París y Barcelona; el Centro Georges Pompidou, y el Museo Berggruen, de Berlín, entre otros.

La magna exposición Picasso: tradición y vanguardia concluirá, en Madrid, el 6 de septiembre.

 
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