Jared Borgetti, de los más asediados; la afición lo considera el mejor del equipo
Tumultuosa bienvenida a la selección mexicana en Goettingen
Unas 5 mil flores conformaban la bandera tricolor afuera del hotel y alumnos de una escuela entonaron el Himno Nacional
Hoy se enfrenta en su último amistoso al representativo local
Ampliar la imagen Jared Borgetti, del Bolton Wanderers de Inglaterra, se dio tiempo para repartir autógrafos Foto: Reuters
Goettingen, 2 de junio. Alrededor de 2 mil 500 aficionados dieron la bienvenida al Tricolor al llegar a esta ciudad en el centro de Alemania, donde tendrá su cuartel general durante el Mundial.
Mexicanos venidos de todos los rincones de Alemania, compatriotas que viajaron a Europa para apoyar el conjunto nacional, así como cientos de alemanes, se congregaron a las afueras del hotel Freizeit Inn que hospedará a la delegación del Tri, en total unas 300 personas entre jugadores, cuerpo técnico, funcionarios e invitados.
En la puerta del inmueble, unas 5 mil flores conformaban la bandera mexicana y cerca de 70 niños germanos de la escuela primaria Edelberg Schule entonaron el Himno Nacional del país latinoamericano como una cálida muestra de bienvenida.
El acompañamiento musical estuvo a cargo de 60 adolescentes de la preparatoria Orro Hahn Gymnasium y de la escuela de música Wohlbrechtshausen.
La pequeña Goettingen, de 30 mil habitantes, se encuentra inundada de banderas tricolores, de saludos de bienvenida en español y carteles del conjunto mexicano.
El equipo de México con sus 23 jugadores y el cuerpo técnico encabezado por Ricardo La Volpe aterrizó en Frankfurt en un vuelo procedente de Holanda, donde el jueves por la tarde jugó un amistoso contra la selección de ese país, en el que cayó 2-1.
Pese a ello, el capitán del equipo, Rafael Márquez, aseguró que los jugadores están "muy satisfechos por haber desafiado a Holanda y a Francia. Con esta última también perdieron 1-0.
Al bajar del autobús que los traía del aeropuerto, el cuerpo de seguridad hacía esfuerzos inútiles para detener a las masas que se apresuraban a intentar tomarse fotografías y pedir autógrafos.
Cuando jugadores y cuerpo técnico se internaron en el hotel y se cerraron las puertas, Los gritos y empujones crecieron hasta proponer el ¡portazo!, una verdadera afrenta para el orden alemán que poco espacio da a la improvisación.
Los aficionados lograron imponerse. Minutos después salía el equipo y las gargantas volvieron a estallar. Niños y jóvenes acompañados por los mexicanos congregados entonaron juntos el Himno Nacional y más de una lágrima se vio rodar.
Pasada esa emoción Jared Borgetti quedaría atrapado entre los aficionados que forcejeaban para acercarse al que muchos de ellos consideran una de las máximas estrellas del equipo mexicano.
En este complejo hotelero 40 miembros de los 500 que integran el personal fueron capacitados durante dos meses para dirigirse en español y poder dar un mejor servicio a la delegación mexicana, señaló el director del hotel, Olaf Feuerstein.
Agregó que los jugadores habitarán en una parte aislada, algo así como "un hotel dentro de un hotel", para garantizar su privacidad y seguridad.
Este sábado el Tri jugará su último partido de preparación frente al cuadro local, el Goettingen, en el estadio Jahntadion, que ha agotado sus 18 mil localidades.
Por su parte, La Volpe se refirió al partido de la víspera y en entrevista con Estadio W aseguró que el cuadro va por el camino correcto.
"Cuando pisa una cancha el equipo está entrenado, no fue un invento. Sabíamos que (Holanda) era un equipo peligroso. Al mismo tiempo buscábamos mejor parado", dijo, aunque reconoció que "tenemos que seguir trabajando para saber manejar el resultado", indicó.