Occidente busca impedir que países islámicos dominen tecnologías avanzadas: Teherán
Rusia rechaza que se sancione a Irán si mantiene su plan nuclear
Según la inteligencia estadunidense, la nación persa podría tener un arsenal atómico en 2010
Ampliar la imagen Javier Solana, Frank-Walter Steinmeier y Sergei Lavrov, titulares de política exterior de la Unión Europea, Alemania y Rusia, tras el cónclave sobre Irán realizado el jueves en Viena. Lavrov aseguró ayer que en esa reunión se descartó el uso de la fuerza militar contra la nación persa Foto: Reuters
Moscú, 2 de junio. Rusia rechazó el uso de la fuerza contra Irán, al considerar que es demasiado pronto para hablar sobre eventuales sanciones a ese país si no interrumpe su programa nuclear.
"Estamos en contra de la utilización de la fuerza en cualquier caso; esto está bastante claro", aseveró el presidente ruso, Vladimir Putin, ante jefes de agencias de prensa internacionales. "Creo que en este momento es pronto para hablar de sanciones. Necesitamos tener una conversación profunda con los líderes iraníes", y sólo después se verán los siguientes pasos, añadió.
Más aún, el jefe de la diplomacia rusa, Serguei Lavrov, aseguró que todos los acuerdos alcanzados en la reunión del jueves en Viena descartan el uso de la fuerza militar, en alusión al cónclave de los ministros de Relaciones Exteriores de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad: Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Rusia y China, así como de Alemania.
Puntualizó que tampoco se estableció fecha límite a Irán para responder a las propuestas de las cinco potencias nucleares y Alemania, aunque admitió que habría un esquema temporal de varias semanas. Es decir, si Teherán rechaza sus propuestas, se discutirá un borrador de resolución en el Consejo de Seguridad.
Rice espera apoyo chino y ruso
Rusia y China, que son los mayores opositores a amenazar a Irán con sanciones, están considerando sin embargo participar en las conversaciones sobre las actividades nucleares del país persa y apoyar penalidades, afirmó por su parte la secretaria de Estado estadunidense, Condoleezza Rice.
Sus declaraciones fueron emitidas un día después de que los rusos y los chinos acordaron con Estados Unidos y sus aliados europeos un nuevo paquete de "incentivos" para que Irán abandone su controvertido programa nuclear. Un paquete que, de todos modos, combinaría medidas coercitivas en caso de que Teherán se niegue.
Previamente Estados Unidos había ofrecido unirse a los europeos en negociaciones con Irán, pero con la condición de que Teherán renuncie a sus actividades de enriquecimiento de uranio. Al respecto, Rice señaló que ahora Moscú y Pekín tendrán que decidir si se unen al grupo, y dijo confiar en que lo harán.
La Casa Blanca afirmó que su exigencia de que Irán suspenda el enriquecimiento de uranio "no es negociable", en el contexto de las conversaciones con las potencias mundiales tras la cita de Viena. En ese sentido, instó al gobierno iraní a estudiar el paquete de incentivos a cambio de que detenga su programa.
El vocero de la Casa Blanca, Tony Snow, señaló que sus aliados europeos entregarán a Irán en un par de días una presentación detallada de los incentivos y que esperan una respuesta formal dentro de algunas semanas, una vez de que ellos puedan revisar cuidadosamente todo el paquete.
"Lo único que no es en absoluto negociable es que Irán debe suspender todas las actividades vinculadas al enriquecimiento de uranio", sostuvo Snow. Apuntó que China y Rusia, que han resistido la presión estadunidense, han dado muestras de que aceptarán eventuales medidas contra Irán si rechaza un acuerdo.
No sólo eso, Estados Unidos quiere que Irán tome una decisión sobre la suspensión de su programa de uranio antes de mediados de julio, cuando tendrá lugar la cumbre del Grupo de los Ocho, según fuentes diplomáticas en Viena.
El presidente iraní, Mahmud Ahmadinejad, advirtió en Teherán: "desgraciadamente, algunos países que tienen arsenales de armas nucleares quieren privarnos de nuestro derecho absoluto" en materia atómica, pero sus presiones "no darán resultado", asentó.
"Nuestras actividades han estado basadas en las regulaciones de la Agencia Internacional de Energía Nuclear (AIEA) y hemos tenido la máxima cooperación con ellos, y no hay signos o razones para que nosotros no cooperemos con la agencia", agregó.
Subrayó que "la razón de la hostilidad de algunos países occidentales al derecho absoluto de Irán no es su preocupación por las armas atómicas, sino porque el dominio de la tecnología por Irán significa que todos los países independientes, sobre todo los islámicos, podrán dominar las tecnologías avanzadas".
En términos similares se manifestó el vicepresidente de la Organización de Energía Atómica de Irán, Mohamad Saidi, al señalar que su país está determinado a seguir con su trabajo de enriquecimiento nuclear para fines pacíficos. Apuntó que el pueblo iraní no permitirá que esa política se detenga.
A su vez, el jefe de los servicios de inteligencia de Estados Unidos, John Negroponte, sostuvo que Irán podría estar en condiciones de fabricar armas nucleares y disponer de un arsenal hacia 2010. En declaraciones a la radio británica BBC, aseveró no tener informes claros al respecto, pero que esos eran sus cálculos.
En ese contexto, el presidente estadunidense, George W. Bush, conversó por teléfono con su par chino, Hu Jintao, en torno a los esfuerzos diplomáticos sobre Irán, mientras las cancillerías de Rusia y Alemania hicieron lo propio por la misma vía, y la diplomacia China trató el tema con su contraparte iraní.